El central, que volvió a la titularidad ante el Lugo, reconoció la difícil situación que se presenta con el equipo a siete puntos de los puestos de descenso

Tras el punto salvado en los minutos finales ante el Lugo, el Real Valladolid regresó esta lunes a los entrenamientos. En una sesión en la que los titulares hicieron trabajo de recuperación, los de Alberto López comenzaron a preparar el crucial partido contra el Alavés en Mendizorroza.
El único ausente en el trabajo matinal fue Bruno Varela, que con molestias en un pie estuvo en manos de los fisioterapeutas. La buena noticia la protagonizó Alfaro, que trabajo al mismo ritmo que sus compañeros en la primera parte del entrenamiento. Además, el míster blanquivioleta recupera a André Leão y a Borja para el choque del domingo en tierras vascas tras cumplir ambos su partido de sanción.
Un partido que, dejando de lado la dificultad del rival que estará enfrente, vendrá marcado por la necesidad de sumar los tres puntos. Y es que después de seis partidos sin conocer la victoria, el Pucela se encuentra a siete puntos de los puestos de descenso.
Conscientes de ello son los jugadores; tanto que Samuel ha apelado al esfuerzo del grupo para sellar la salvación lo antes posible. «A nivel personal cada uno miramos hacia arriba. pero la clasificación nos marca que estamos a siete puntos del descenso. No estamos matemáticamente salvados, por lo que ahora tenemos que ir sumando partido a partido», aseguró.
El defensa, que regresó a la titularidad en el mencionado partido contra el Lugo, reconoció que la falta de confianza ha terminado haciendo mella en la trayectoria del equipo. «Cuando llevas tres entrenadores es porque las cosas no se han hecho bien y prueba de ello es que no estamos donde tenemos que estar. El míster va a trabajar con nosotros la confianza, aunque no va a ser fácil porque quedan seis partidos», explicó el central.
Con respecto a los silbidos que recibió el equipo tras el pitido final, Samuel respetó el derecho de los aficionados a expresar su opinión. «Cuando las cosas no van bien tenemos que estar ahí para que la gente opine y diga lo que piensa. Nosotros tenemos que saber que el trabajo del día a día es el que nos va a llevar a mejorar«, afirmó Samuel.
El central, que defendió la elástica del Alavés hace dos temporadas, hizo hincapié en la dificultad del rival al mismo tiempo que reconoció estar ilusionado por volver a jugar en Mendizorroza. «Allí estuve muy bien y conseguí la salvación así que va a ser un partido muy especial. Es un equipo que ha estado todo el año arriba y que tiene un entrenador con las ideas muy claras, por lo que será difícil ganarles», sentenció.
El Real Valladolid disfrutará de una jornada de descanso este martes. Será el miércoles cuando los de Alberto López regresen a los entrenamientos en una sesión a puerta abierta a partir de las diez y media de la mañana en Los Anexos.