La UD Sur y el Villa de Simancas han descendido este fin de semana a la Liga Nacional y a la Regional Juvenil, respectivamente

El objetivo era más bien un sueño. Entrañaba dificultad desde antes incluso de que comenzara la temporada. Por el calibre de la empresa, incluso podía parecer que estaban de prestado. Pero no se puede negar que por lo menos lo intentaron. Así, después de luchar, de un modo u otro, la Unión Deportiva Sur y el Villa de Simancas han perdido este fin de semana sus respectivas categorías.
Lo hicieron con sendas victorias, los encarnados por cero tantos a uno en el campo del Fútbol Peña y los franjiblancos después de vencer en casa al Burgos CF por dos goles a cero. El triunfo del Rayo Majadahonda por uno a dos ante el Leganés descendió a los de Mario Prieto a bajar a Liga Nacional, mientras que los de Álex Francisco retornarán a la Regional Juvenil después de que el Burgos UD se impusiera por cero a uno a la Ponferradina.
De este modo, Valladolid pierde un representante en la máxima categoría del último escalafón formativo –se queda el Real Valladolid como el único– y otro en la máxima regional, siquiera de manera momentánea.
En el caso de la UD Sur, la permanencia fue luchada, hasta la penúltima jornada, pero acabó penalizando el hecho de haber dejado escapar un número importantes de puntos ante rivales directos o en los minutos finales. Los rojillos podrían presumir de haber ganado al campeón, el Atlético de Madrid, en su propia casa, triunfo que forma ya parte de la historia de la entidad, si bien el orgullo no es mayor debido al postrero descenso, en el que a buen seguro habrán tenido que ver los problemas por los cuales hasta nueve jugadores que empezaron la temporada a las órdenes de Mario Prieto no la han acabado.
Aunque se pudiera considerar de prestado, después de la agónica salvación lograda la campaña pasada por Jonathan Prado, lo cierto es que entonces la permanencia se consiguió en buena lid. Aunque ello no signifique que no se luchó, los resultados adversos ante el Flecha Negra y en casa ante el Puebla de la Calzada, así como remontadas sufridas como la del Trival Valderas, fueron una losa demasiado pesada.
Por su parte, el Villa de Simancas juvenil ha pagado este año la novatada, como ya le sucedió el pasado a su aficionado en la Tercera División. Después de una anterior campaña brillante, esta vez tocaba sufrir, y de qué manera. Aunque se le pueda llamar regalo al hecho de competir en este escalón, a nadie le gusta cosechar tan malos resultados como los que hundieron a los simanquinos en la tabla desde prácticamente el inicio de la competición.
Haber obtenido los tres puntos de la manifiesta alineación indebida del Puente Castro podría haber supuesto un punto de inflexión favorable para los de Álex Francisco, pero, sin justicia y sin acierto sobre el césped poco ha podido rascar, por más que el ambiente reinante siempre fuera propicio para una gesta que, se ha visto, desgraciadamente no estaba a su alcance.
Una vez se han confirmado ambos descensos, la duda que se cierne sobre el futuro de los dos equipos no atañe solo a los ocupantes de sus respectivos banquillos, sino también al propio afán de los clubes, a si pretenderán la próxima temporada formar sendos proyectos competitivos para buscar retomar las categorías perdidas. En todo caso, de ser así, parece claro que el éxito pasa no solo por la plantilla, sino por una continuidad en la estructura que se ha probado que no ha existido este curso, o que por lo menos resultó insuficiente.
La caída de la Sur trae la certeza de un arrastre en Liga Nacional, pasando así los descensos de tres a cuatro. A falta de cuatro jornadas para la conclusión, no bajaría ningún vallisoletano más, si bien CD Arces y CD Parquesol andan inmersos en la lucha por la salvación; los primeros, con un punto de ventaja sobre el Burgos UD, los segundos, con dos. En las dos próximas semanas ambos deberán continuar con esta pugna antes de enfrentarse en la penúltima fecha liguera en lo que podría ser un duelo fraticida.
Al Real Valladolid B y la UD Sur podrían acompañarle en el futuro no solo estos, en caso de que se salven, sino también un Victoria CF que consiguió ste fin de semana un triunfo importantísimo en sus aspiraciones de ascenso. A día de hoy es colíder de la Regional Juvenil, con 56 puntos, los mismos que el Santa Marta B y dos más que la Cultural Leonesa.
En las cuatro fechas que restan, si bien dependen de sí mismos, mirarán de reojo a la Liga Nacional, ya que si no asciende el Santa Marta a División de Honor (está a cinco puntos) sus opciones de ascenso aumentarán, al descartar de esa lucha al filial salmantino. Con todo, puede decirse que su calendario es relativamente asequible, ya que en los últimos cuatro partidos se enfrentarán a rivales sin nada en juego (salvo quizá el Betis).
Así las cosas, por las botas de los rojiblancos pasan, en parte, las opciones de que Valladolid mantenga el estatus actual: por lo menos seis equipos entre las dos primeras categorías juveniles. Es por ello que solo cabe desear su éxito, así como el de Arces y Parquesol, y desear a la UD Sur y al Villa de Simancas una pronta recuperación de la categoría perdida.