Néstor Gorosito visita este domingo un estadio en cuyo banquillo pudo sentarse como local un par de veces
El apellido Gorosito no es a estas alturas desconocido para la afición de Valladolid. Néstor, apodado ‘El Pipo’, todavía no se ha sentado en el banquillo de Zorrilla, pero si uno echa la vista atrás, recordará que estuvo a punto de hacerlo. Si uno además es aficionado al oval, sabrá que hay un ‘Goro’ en la ciudad, sobrino del citado. Se trata de Diego Álvarez, jugador del VRAC, que lleva desde 2005 siendo jugador quesero.
Hijo de un gallego y de la hermana del técnico, reconocía el jugador de rugby en El Norte de Castilla allá por marzo de 2010, antes de que su tío ganara por tres a cero al Real Valladolid, siendo entrenador del Xerez, que les une una estrecha relación, que para él «es como un hermano mayor», pese a los dieciocho años que les diferencian, y que en Buenos Aires suelen hacer «muchas cosas juntos».
En aquella temporada 2009/10, Néstor no fue capaz de salvar del descenso al cuadro xerecista, pero dejó tal impronta que los rumores sobre su continuidad o vuelta a España se sucedieron. No ha sido hasta este mismo curso cuando ha retornado, pero pudo hacerlo antes.
Ese mismo año 2010, en el que venció al Pucela, pero en el siguiente curso, llegó a sonar como posible entrenador del Real Valladolid, cuando fue destituido Antonio Gómez, antes de la llegada de Abel Resino. Por lo visto, lo que echó al traste su firma fue que vendría acompañado de tres acompañantes y que quería «un proyecto», como reconoció en las páginas de El Norte de Castilla. Decía, quería algo como lo que había tenido Pellegrini en el Villarreal… y que la entidad blanquivioleta no le supo dar.
El segundo episodio se dio en enero de 2014. En un momento en el que el equipo estaba «malito», como una vez llegó a decir el técnico, y en el que la continuidad de Juan Ignacio Martínez pendía de un hilo, tras acumular cinco jornadas sin ganar y encontrándose decimoctavo, a tres puntos de la salvación, otra vez se habló de Gorosito. Sin embargo, la victoria al Villarreal dio a JIM un pequeño soplo de vida, no fue destituido y, cuando se decía que el argentino estaba cerrado, su fichaje no se dio.
Con todo, y tras dos fichajes fallidos, ‘El Pipo’ se sentará por primera vez en el banquillo de Zorrilla este domingo, y no lo hará como local, sino como visitante. A buen seguro con su sobrino Diego en la grada, ya un vallisoletano más. A quien, sin embargo, se le perdonará que por una vez vaya contra el Pucela. La sangre manda.