El Real Valladolid Promesas compite ante el Racing de Ferrol, líder destacado de su grupo de Segunda B, pero cae fruto de un penalti que no fue y de una genialidad de Joselu, pichichi de la categoría

El Racing de Ferrol sigue firme hacia el campeonato del Grupo I de la Segunda División B, casi contando las jornadas que le quedan para alzarse con el laurel, a costa de un Real Valladolid Promesas rocoso, competitivo, que dificultó mucho la consecución de los tres puntos por parte de los departamentales. No puso fútbol –ninguno de los dos lo hizo–, pero el filial blanquivioleta dejó una imagen, si no buena, al menos sí fiable.
Pero es que el Racing de Ferrol es mucho Racing. Despojado de su vestido de jugón, sabedor de que las condiciones del choque no serían las mejores, demostró un oficio de campeón no ya para minimizar daños, sino para evitarlos por completo. Logró cortar las alas a un Promesas al que le gusta volar en campo rival pero no fue capaz de hacerlo.
Los de Borja Jiménez estuvieron bien plantados y solo dos acciones puntuales desequilibraron la balanza: la primera, un penalti que no fue, y la segunda, una genialidad de Joselu para sellar su doblete y alcanzar los dieciséis goles. Entre un gol y otro, los locales dieron cuenta del golpe anímico que había supuesto el primero. Después ya no hubo reacción ante la eventual y postrera derrota.
Promesas y Racing se turnaron en el dominio del cuero en el primer periodo, y el espacio lo dominaban los dos. Prudentes, fuertes en sus bloques centrales, solo por los costados lo intentaban, sin demasiada suerte y sin demasiado desmelene. El lado derecho del filial e izquierdo departamental era el fuerte; la batalla se libraba entre Arroyo y Mayoral y Heber y Nano. El otro costado quería ser un engaño, aquello que usar en busca de descongestionar el juego, sin éxito.
La igualdad fue máxima; la prudencia tal que los dos equipos, tácticos y a la vez timoratos, parecían no estar demasiado disconformes con el resultado inicial. Los unos, porque enfrente estaba el líder y, vaya. Los otros porque no hay que volverse locos, la renta es mucha y el choque complicado. Y siempre es mejor un punto que nada.
La tónica y las intenciones no variaron un ápice con el paso de los minutos. Nadie quería arriesgarse y, así, las ocasiones, los disparos a puerta, incluso, brillaron por su ausencia, lo que provocó que el juego resultara anodino para la grada. A fuerza de esperar el error del otro y de evitar el propio, los minutos fueron pasando hasta encaminarse el partido a los quince minutos finales.
Y entonces fue otro el que falló fue un tercero. Como contagiado del carácter gallego, a Miguel Ángel Tena se le leyó entre líneas después, en rueda de prensa, que no había sido penalti, como al parecer así le dijo, honrado, al juez de línea una vez aconteció, según explicó Borja Jiménez. Joselu cayó dentro del área y Sáez de Arana sancionó pena máxima, de un Julio que hizo coincidir a la grada: si protesta tanto, él, es que no es.
El pichichi engañó al cancerbero y puso a los departamentales por delante. Las protestas, como siempre pasa, de nada sirvieron, y, encajado el gol, los blanquivioletas se quedaron cariacontecidos, con la sensación de que toda virtud había caído en la inutilidad. Resentidos, les costó seguir y acabaron perdiendo, sin reacción.
Joselu agarró el balón en la frontal del área en el 85′, en el pico izquierdo, y ejecutó una parábola magnífica que se coló por abajo, por el palo contrario, en lo que supuso el definitivo cero a dos. Aunque Borja Jiménez lo había intentado a través de los cambios, no varió el signo del encuentro. Aunque el Promesas se mostró como un conjunto fiable, pudieron más la calidad ferrolana y los factores ‘externos’.
Sin desplegar un juego de campanillas, al Racing de Ferrol se le vieron hechuras de campeón, una fiabilidad y un oficio que prometen llevarle lejos. Mientras, el filial vallisoletano volvió a competir, lo que no es acicate en caliente, pero ha de ser consuelo en frío y confirmación de la línea precedente si saca algo positivo en su tercer enfrentamiento seguido ante gallegos: el próximo fin de semana ante el Coruxo.
Los departamentales parten (partieron) de Valladolid siendo aún más líderes, con 59 puntos y una ventaja momentánea de doce sobre Real Racing Club y UD Logroñés. Los pucelanos se quedan con 32 unidades, de momento, manteniendo una renta de seis con el descenso y de cuatro con el play-out.
Real Valladolid Promesas: Julio; Arroyo, Cristian, Iván Casado, Ángel; Anuar (Mario, min. 85), Juliá; Mayoral (Toni, min. 79), Zambrano (Caye Quintana, min. 67), José; e Higinio.
Racing de Ferrol: Sergio García; Iván González, Víctor Vázquez, Golo, Nano; Jon Ander, Borja Domínguez; Diego Vela (Kike Márquez, min. 64), Peláez (Catalá, min. 84), Heber; y Joselu (Rubén Díaz, min. 88).
Goles: 0-1, min. 78: Joselu, de penalti. 0-2, min. 85: Joselu.
Árbitro: Sáez de Arana (C.T. Vasco) amonestó a los locales Julio y Óscar Arroyo y a los visitantes Jon Ander, Kike Márquez y Rubén Díaz.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada vigesimoséptima en el Grupo I de Segunda B disputado en Los Anexos al Estadio José Zorrilla ante unos 400 espectadores, en mañana fría en Valladolid.