El Numancia sumó contra el Pontevedra su tercer partido consecutivo sin ganar y ve cómo el liderato se le escapa a cuatro puntos, precisamente, en los que le aventaja su rival de este miércoles. El conjunto de Aitor Calle, que solo ha sido capaz de ver portería en una de las últimas cuatro jornadas, se mostró combativo y ambicioso, pero esta circunstancia, la falta de gol, impidió que pudiera rescatar un punto en Pasarón.
El Pontevedra traró de ser dominador a partir de la posesión del cuero en el primer periodo, en el que Dalisson, exjugador del Real Valladolid Promesas, anotó el tanto de la postrera victoria local, mientras que el Numancia lo porfiaba todo a las jugadas a balón parado y a salir al contragolpe después de recuperar el esférico. Así llegaron sus primeras aproximaciones a la portería de Edu Sousa, mientras Dalisson, que volvía al once, y Miguel Cuesta, eran los jugadores más activos de los lerezanos.
Precisamente sería el hispano-brasileño quien, en el ecuador de la primera mitad, encontró un envío servido entre líneas por Brais Abelenda para disparar al palo, cuyo rechazo recogió para enviar el balón al fondo de la red mientras el Numancia protestaba un posible fuera de juego que el juez de línea no decretó (una jugada que, además de marcar el devenir del partido, provocaría la posterior rajada de Aitor Calle en rueda de prensa).
Superada la media hora, los rojillos tuvieron una doble intentona que desbarató la defensa, en lo que pudo ser su acercamiento más peligroso del primer tiempo, preludio de lo que los pupilos de Aitor Calle intentaría hacer en el segundo. Así, en este intentaron poner cerco sobre la portería granate, espoleados, entre otros, por Sanchidrián, que puso varias veces a prueba a la defensa con sus carreras y a Edu Sousa con sus disparos.
El atacante malagueño fue un incordio para la defensa del Pontevedra y bien pudo aprovecharlo el Numancia, que realizó varios cambios para tratar de imponer su poderío físico a una zaga más pequeña y que se dedicaría a achicar agua en adelante. No obstante, a pesar de acumular efectivos en ataque los sorianos, el partido se trabó y hubo interrupciones que detuvieron el ritmo, aunque provocaron también que el árbitro añadiera seis minutos, que finalmente fueron varios más por las pérdidas de tiempo, aunque no suficientes para que el acierto ofensivo se impusiera a la contundencia del líder, que lo es, ahora, con cuatro puntos de ventaja.