La aventura de Stipe Biuk no ha logrado ser tan satisfactoria para el jugador como se podía imaginar. La realidad es que la vuelta a los orígenes no ha acabado por funcionarle al extremo izquierdo croata, que está viendo que su vuelta a Croacia no ha logrado aumentar su efectividad ni su rendimiento para convencer de cara a poder contribuir en el Pucela en un futuro cercano.
Si bien es cierto que ha vivido periodos de más efectividad dentro del Hadjuk Split, club en el que se formó, el jugador propiedad del Real Valladolid no ha podido regularizar su nivel de rendimiento. Desde su llegada en el verano de 2024, el jugador del Pucela acumula 1000 minutos con el Hadjuk Split, divididos en 20 encuentros (13 como titular), 17 de la 1. HNL de Croacia y 3 de Copa. Y aunque ha marcado dos goles y ha regalado una asistencia, lo cierto es que está dejando dudas en su capacidad para ser consistente.
En las últimas semanas, la presencia de Biuk en el equipo croata ha ido decreciendo claramente. Sin haber desaparecido del todo, su 2025 ha acabado por verse más en el banquillo que en el equipo. Sin ir más lejos, en los últimos tres partidos, ha jugado en total tan solo 40 minutos. Una marca muy inferior a lo que venía mostrando en esos últimos meses de 2024, lo que hacía pensar de manera más clara en un regreso prometedor a Pucela.
El Hadjuk Split, con estrellas como Rakitic o Livaja en el equipo, ocupa actualmente la segunda posición en la liga croata, solo dos puntos por detrás del actual líder, el Rijeka, y tres puntos por encima del eterno rival y gigante del fútbol croata, el Dinamo Zagreb. Esa ‘medalla’ de momento está valiéndole al entrenador, el mítico Gennaro Gattuso, para despejar las dudas sobre su juego, pero no acaba de ser suficiente para que, desde Valladolid, el papel de Stipe Biuk pueda servir de cara a su futuro como blanquivioleta.