La pérdida de Mariano Villafáfila ha supuesto un golpe en la línea de flotación del Real Valladolid, que contaba con que el delantero diera el salto al Promesas la próxima temporada de manera definitiva, después de debutar en la presente y tener minutos en varios partidos. Como suele suceder en estas ocasiones, las versiones se cruzan respecto a los plazos o a la consideración de apuesta o no de lo ofertado. Sea como fuere, la dirección de cantera no se ha cruzado de brazos y ha seguido avanzando en otras renovaciones que ya venía trabajando.
Así, como ya informó Blanquivioletas, Arco estaría próximo a firmar la prolongación de su contrato, mientras que este mismo jueves Miguel Platero ha rubricado su continuidad como blanquivioleta. El lateral izquierdo del División de Honor había suscitado el interés de varios clubes de Primera División, algunos de alta alcurnia como el Villarreal, pero ha desechado cualquier otra oferta para continuar ligado al Pucela, donde ha quemado etapas durante los últimos años; los tres últimos, disputando minutos en la máxima categoría juvenil.
El carrilero hispano-brasileño (nació en São Paulo, aunque se ha criado en Valladolid) lleva disputados esta temporada dieciocho partidos, contando la competición liguera y la Copa del Rey, y marcó un gol en la victoria del Real Valladolid en Valdebebas, histórica, como la participación en Copa, ya que el conjunto blanquivioleta llevaba sin ganar al Real Madrid como visitante desde hacía más de catorce años. Lo hizo al cazar dentro del área un balón suelto posterior a un centro llovido desde la banda derecha del ataque.
Irrupción y crecimiento
Con todo, la evolución de Platero durante los últimos años ha llamado la atención de propios y extraños gracias, sobre todo, a su potencia, que expone fundamentalmente en ataque, donde se proyecta con mucho vuelo, y a una velocidad que le permite corregir a campo abierto, aunque ocasionalmente muestre alguna imperfección en tareas defensivas. Ese crecimiento se ha dado incluso a pesar de alguna lesión, que llegó a ralentizar en ciertos momentos su rutilante irrupción, puesto que en sus inicios como juvenil apuntaba grandes maneras.
En esa capacidad, el Real Valladolid confía, dado que cuenta con él para su primera temporada sénior, que será la siguiente, en la que se le espera ya en el Promesas. Con todo, la confianza es mutua, puesto que Platero no ha tenido ninguna duda a la hora de decidir seguir en Los Anexos, lugar que considera su casa y donde milita desde que llegó en categoría cadete, cuando arribó al Pucela procedente del Flamengo; desde que se mudó, junto a su familia, desde Brasil.