El conjunto blanquivioleta empata en la recta final frente al Elche en un encuentro que no destacó por las acciones ofensivas de ninguno de los dos equipos

En medio de una semana monotemática en el mundo del fútbol, mientras Florentino Pérez y la Superliga eran Trending Topic día sí y día también, jugaba el Real Valladolid contra el Elche. Un duelo totalmente irrelevante a ojos de la cúpula elitista del fútbol europeo, pero con muchísima importancia a ojos del resto, de los aficionados de ambos equipos que quieren mantenerse y continuar el año que viene en la máxima categoría del fútbol español. Una victoria en esta fecha significaría mucho para los dos, por el rival y por la situación en la que se encontraban y tanto los blanquivioletas como los franjiverdes se jugaban la vida – o gran parte de ella – en este encuentro.
Dada la importancia de esta cita, ninguno de los dos quiso arriesgar en el inicio. Los primeros minutos fueron de tanteo, buscando no fallar antes que provocar un fallo del rival. No duró mucho la igualdad, puesto que en el minuto 10, tras un fallo defensivo del Real Valladolid en un saque de banda rápido, Pere Milla gozó de la primera oportunidad de peligro para el Elche. El atacante se vio con espacio para tirar desde la frontal y trató de colocarla ante Masip, pero el portero logró evitar que el Elche se adelantara por el momento.
A raíz de esta ocasión, el conjunto local adelantó líneas y el Pucela retrasó su posición en el campo, permitiendo así que los de Fran Escribá llegasen con más facilidad, aunque no conseguían profundizar en sus intentos de adelantarse. Fue también en otro saque de banda, desde campo propio, donde sí que lograron batir a Masip. Después de una peinada tras volver a poner el balón en juego desde el lateral, Pere Millas controló y metió una diagonal perfecta hacia Fidel Chaves, que recortó ante Janko y definió a la perfección. Sin duda, fue un gran gol, pero el desajuste defensivo del Real Valladolid en esta acción fue evidente.
Pese a la superioridad del cuadro alicantino, el Pucela pudo empatar antes del descanso. Kodro remató un centro en el área chica, pero tenía a su marcador muy encima y no logró sacar un disparo cómodo, por lo que el balón salió centrado y Gazzaniga logró repelerlo para evitar que se iguale de nuevo el marcador. Se llegó al tiempo de descanso con el Elche con ventaja y con mejores sensaciones por el césped. Los de Sergio González debían mejorar si querían sacar algo positivo de la visita al Estadio Martínez Valero.
La segunda mitad apenas tuvo llegada en ambas porterías. El Elche trató de dormir el partido y que el Valladolid no generase demasiado. Hasta pasado el ecuador del segundo acto no se generó apenas en ninguno de los dos cuadros. El Pucela tampoco metió una marcha más para tratar de remontar. Míchel pudo poner tablas en el marcador tras un rechace en una falta lateral que el centrocampista enganchó de volea desde la frontal, pero Gazzaniga desvió el cañonazo.
El Elche pudo aumentar su renta a pies de Rigoni, que aprovechó la espalda de la zaga blanquivioleta para encarar a Masip, pero el portero achicó rápido y la definición del atacante no fue buena. La réplica del Valladolid no tardó en llegar y, esta vez, sí fue efectiva. Lucas Olaza se estrenó como goleador con el Pucela en un saque de esquina a cinco minutos del final que sirvió para rescatar un punto de un partido en el que estuvo lejos de merecer un premio. En jornadas anteriores, fue el Valladolid quien sufrió un castigo que no correspondía con el trabajo realizado en los últimos instantes, pero, esta vez, por caprichos del fútbol, ha sido al revés.
Este empate no es bueno para ninguno de los dos equipos, pero, teniendo en cuenta el desarrollo del encuentro, los de Sergio González estarán más satisfechos con el punto obtenido, ya que les sirve para salir de los puestos de descenso. Este sábado a las 16:15 el Real Valladolid recibe en el José Zorrilla al Cádiz con intenciones de ganar para desmarcarse del descenso lo máximo posible.