Tanto Real Valladolid, con su victoria ante el Getafe, como Osasuna tras sus dos triunfos en los últimos cuatro partidos, llegan con confianza y algo de oxígeno sobre el descenso a la jornada 27
En una semana el Real Valladolid ha pasado de ser incapaz de ganar un partido y dejar malas sensaciones a todo lo contrario. Eso es lo que genera una victoria en este momento de la temporada. Una casi perfecta primera parte y la capacidad para aguantar el resultado permitieron al Pucela ponerse tres puntos por encima del descenso, sin olvidarse del favor que hizo el Betis remontando al Alavés. Su rival de este sábado, el CA Osasuna, se encuentra en una situación mejor. Con 28 puntos está seis por encima de la zona roja de la tabla. El conjunto navarro viene de ganar a Alavés y Levante y de dejar muy buena imagen ante Sevilla y Barcelona. Tras los empates ante Valencia y Real Madrid, los de Arrasate resurgieron de las cenizas cual ave fénix y ganaron cuatro encuentros de los últimos siete disputados.
La etiqueta de final que tenía el conjunto de Sergio en partidos anteriores no puede dejarse de lado en la visita a Navarra. Si bien la victoria ante el Getafe reforzó al equipo moral y clasificatoriamente, un triunfo ante Osasuna lo haría aun más. Viendo los enfrentamientos que tienen los equipos de la parte baja de la tabla, sacar los tres puntos del feudo pamplonica puede considerarse como decisivo para aumentar ese colchón sobre el descenso. Para intentar derrotar a los de Jagoba el conjunto blanquivioleta debe estar igual de bien que el día del Getafe y centrarse en no cometer errores en ninguna de las dos áreas. A colación de esto se puede usar una frase de Johan Cruyff que define el fútbol a la perfección: «El fútbol es un juego de errores. Quien cometa el menor error, gana».
El Real Valladolid ha conseguido vaciar poco a poco la enfermería y aunque llega con bajas importantes, ya tan solo son cuatro. Marcos André y Olivas se encuentran en la fase final de su recuperación. Por el contrario, Hervías y Raúl Carnero siguen recuperándose de sus rodillas maltrechas. Con todo esto como contexto, parece que Sergio González repetirá el once que tan buenos resultados dio ante el Getafe. El Yamiq volverá a estar en el centro de la zaga con Joaquín, ya que en los últimos cinco partidos que ha disputado el marroquí, el Valladolid no ha perdido. Roberto se ha asentado en la portería, Olaza en el lateral izquierdo y Janko en el lateral derecho. De mediocampo hacia delante todo parece inamovible, por lo menos hasta que esté disponible Marcos André. Roque y Alcaraz en el doble pivote, Plano por la derecha, Orellana en su mejor versión, por la izquierda y arriba Guardiola y Shon Weissman, al que Osasuna le trae buenos recuerdos.
La situación ha mejorado y Sergio pone en valor lo cosechado desde hace un mes y la victoria en el Coliseum: «El equipo tiene más confianza que hace cuatro semanas, tras esos partidos tan trágicos ante Huesca y en Vitoria, a partir de los cuales el equipo recobró confianza, fútbol y ambición, y a partir de ahí se ha crecido». Además, incidió en aferrarse a lo positivo y crecer a partir de ahí con la portería a cero como principal baluarte. «Vamos a tirar hacia delante, ser positivos y optimistas, empujar todos y creo que el momento más malo del equipo lo hemos pasado, vamos a intentar mantener la llama e incrementarla porque este esprín final lo va a requerir así. Si metes goles eso queda difuminado, la portería a cero debe ser uno de los objetivos para cada partido», comentó.
Por su parte, el CA Osasuna llega a este partido con la etiqueta de quinto peor local de Primera División, con tan solo trece de 45 puntos posibles. Sus triunfos en casa fueron ante Celta y Athletic a principio de temporada y ante el Éibar hace apenas un mes. De los últimos siete partidos han ganado cuatro, después de cosechar anteriormente cinco empates seguidos. Por lo tanto, ha puntuado en nueve de sus últimos doce encuentros con cuatro victorias y cinco empates. Para este encuentro llegan con las bajas importantes de Oier, Roberto Torres y Unai García por contacto directo con un positivo de coronavirus. Estos futbolistas se suman a Chimy Ávil,a que se encuentra cogiendo ritmo competitivo, y a Íñigo Pérez, Roncaglia y Rubén Martínez, ausencias sensibles, pero que no cambiarán mucho el once que puso el conjunto rojillo ante el FC Barcelona.
Los encuentros anteriores marcan la tendencia de las visitas del Real Valladolid a El Sadar, estadio donde solo ha ganado dos veces a lo largo de su historia. En total, 42 encuentros como visitantes y un único triunfo en El Sadar, ya que el otro obtenido se jugó fuera de Navarra. Hay que remontarse hasta el año 2012 para observar la última victoria del Real Valladolid en el feudo navarro, fue por 0-1 con gol de Patrick Ebert de vaselina. El último resultado en Primera División fue la temporada pasada. Ese encuentro acabó 0-0 y Sergi Guardiola dio al travesaño.
Este sábado se celebrará un duelo entre dos equipos a los que les separan tres puntos en la clasificación, aunque llegan en dinámicas distintas. Los dos llegan al encuentro con la misma necesidad, ganar para alejarse del descenso, y saldrán con todo a por el partido para no ponérselo nada fácil a su rival. Y es que como ya dijo Pelé: «Cuanto más difícil es la victoria, mayor es la felicidad de ganar».