El Real Valladolid se deja una victoria que tenía en su mano con un gol de Murillo en el minuto 93
El Real Valladolid realizó un partido intenso, empequeñeció por completó al Celta y obtuvo el premio del gol en el minuto 70. Cuando parecía que el partido llegaba a su fin con tres puntos para el conjunto blanquivioleta, Jeison Murillo empató en el último suspiro para poner el 1-1 definitivo y llevar el drama a Pucela.
El conjunto de Sergio González intentó que en el partido no pasara mucho y lo consiguió. Fue un partido muy trabado, con muchas faltas de ambos equipos y mucha intensidad. La primera parte pasó sin pena ni gloria. El Valladolid tuvo la más clara en las botas de Weissman, pero Rubén Blanco estuvo atento para sacarla. La presión arriba del Pucela daba sus frutos y hacía que llegará a la meta rival con más peligro.
El encuentro comenzó con los pucelanos de menos a más, creciendo en el partido. Con el paso de los minutos, según los visitantes consiguieron el balón y tejer acciones con ello, las fuerzas se igualaron y las oportunidades llegaron, como la que tuvo en el minuto dieciséis Weissman tras la presión de Guardiola, un disparo desde la frontal que repelió Blanco. No obstante, no fue un primer acto rico en llegadas peligrosas y el descanso se alcanzó con las tablas iniciales, ya que el Celta no consiguió hacer su juego y el Pucela jugó bien, a lo suyo, pero sin acercarse mucho a la portería rival.
Desde la salida del túnel, se vio a un Real Valladolid incisivo y con presencia constante en ataque, algo que se venía viendo desde los comienzos del partido. Los celestes buscaban hacer de las transiciones rápidas su mejor arma, pero se toparon con un Pucela sólido que minimizó daños. Roque y Olaza sobresalieron por encima de los más, gracias a su despliegue físico.
A pesar de las pocas llegadas del Celta, la fortuna se alió con los blanquivioletas en el minuto 59 cuando una falta peligrosa desde la frontal, botada por Aspas, impactó en el travesaño para mantener el 0-0. En el minuto 65, Óscar Plano estuvo cerca del gol después de un pase atrás de Guardiola, pero su disparo dentro del área fue desviado lo justo por un defensor. Medié Jiménez para variar dio puerta. La actuación del colegiado catalán dejó mucho que desear, ya que por ejemplo Renato Tapia hizo seis faltas con amarilla y no vio la segunda.
En el minuto 70, llegaría el 0-1. Roque Mesa recorrió medio campo zafándose de rivales, Weissman recogió el balón en el borde del área y disparó con potencia para obligar a Rubén Blanco a realizar una estirada e impedir el gol, pero la pelota quedó en el área, donde Orellana, atento, marcó. El gol hacía justicia a lo que se estaba viendo en el campo; sin embargo, el Celta se volcó en los últimos minutos. Sergio metió jugadores para mantener el resultado y en el descuento, a balón parado, un esférico colgado al área encontró la cabeza de Murillo para el empate definitivo. Reparto de puntos propiciado por errores a balón parado del Valladolid, que ha recibido cinco de los últimos siete goles con centros laterales. Este punto es un duro mazazo para los de Sergio que ya se veían con oxígeno para ir hacia delante.