El Real Valladolid se enfrenta este domingo a un Celta irregular con la necesidad de ganar para no atascarse en el descenso y reafirmar la mejoría de los últimos partidos
A pesar de la mala racha de resultados y de juego del Real Valladolid en los últimos partidos, las opciones de mantenerse en Primera siguen estando a pleno alcance de los blanquivioletas. Con necesidad de sumar los tres puntos para salir del descenso y ratificar la progresión de los dos últimos encuentros, el Pucela visita a un Real Club Celta también necesitado, dubitativo y en mala dinámica.
Este domingo en Balaídos confrontarán dos dinámicas negativas, dos equipos con necesidad de puntuar y esclarecer su camino. Por un lado, el Celta, que llega al choque con, a priori, tranquilidad en la clasificación, donde se sitúa undécimo con veintinueve puntos, ocho por encima del descenso, pero con una dinámica tan irregular como incierta a sus espaldas. A los vigueses se les ha juntado todo en este último mes y medio, en el que no han podido contar con su jugador más diferencial, Iago Aspas, solo han obtenido una victoria en sus últimos ocho partidos y han conseguido cinco puntos de los veinticuatro posibles. Pese a ello, los celestes hicieron los deberes anteriormente y poseen un colchón que, de momento, les ayuda a no tener que pasar apuros serios.
Por su parte, el Real Valladolid no puede decir lo mismo que los locales, puesto que llega con la soga al cuello, con una racha mucho peor y con unas sensaciones muy dudosas, pese a la mejora de juego en las dos últimas jornadas. Al Pucela se le aparecen los fantasmas del inicio de Liga, cuando tan solo sumaron tres puntos de los primeros veinticuatro posibles, y es que ahora son similares, ya que ha logrado ocho de 36 posibles dejando una imagen muy poco convincente. Los de Sergio González se presentarán en el feudo vigués con ganas de desatarse por fin de los malos resultados y seguir en línea ascendente tras empatar ante el Alavés y competir dignamente en el último encuentro frente a un Real Madrid que ganó, pero por la mínima (0-1) y con dificultades.
El duelo que le espera al Real Valladolid no será para nada fácil, pero debe afrontarlo como una final, y así lo sabe el técnico, Sergio González, que habló este viernes en rueda de prensa y dejó claro que están muy concentrados y que «todo lo que no sea ganar al Celta» no está en su cabeza. Aseguró que se espera un rival y un partido difícil, en el que deberán estar «fuertes» en defensa, tener «personalidad y energía» para solventar el alto ritmo de juego del Celta y, sobre todo, Sergio mostró las ganas que tienen de aprovechar sus oportunidades y ganar.
En cuanto a las novedades de futbolistas se refiere, González no podrá contar con los lesionados de larga duración, Carnero, Kiko Olivas, Javi Sánchez y Pablo Hervías, a los que se suma la ausencia de Waldo por asuntos propios. En contraste, podrán volver al terreno de juego Olaza, tras cumplir sanción, y El Yamiq, que no será titular, pero si estaría listo para disputar algunos minutos. Además, el mister no dio ninguna pista sobre la posible titularidad o no del delantero Weissman después de la expectación generada por su descontento al ser sustituido ante el Alavés y no jugar desde el inicio ante el Real Madrid.
La crítica situación que viven los blanquivioletas convierten este partido en crucial para el objetivo final y, aunque los de Vigo no se encuentren en el mismo peligro inminente que ellos, continúan siendo un rival directo, puesto que no distan muchos puntos entre ambos equipos en la clasificación y quedan muchos más aún por jugarse. De igual forma, el Pucela debe valorar que, a pesar de la tan negativa racha, sigue muy vivo en la pelea por la salvación a falta de trece jornadas para que finalice el campeonato y, por ello, debe aprovechar todas sus balas para poder permanecer un año más en Primera División.