El que fuera entrenador del CD Parquesol hasta el quince de febrero reconoce que no se esperaba su destitución y se muestra orgulloso de «haber formado parte de la historia del club»
Las despedidas son difíciles, pero lo son aún más cuando dejas una huella imborrable en el camino. Las páginas de la historia del CD Parquesol Patatas Meléndez tendrá escrito con letras de oro el nombre de Rubén Jiménez. El técnico madrileño forjó la seña de identidad de un equipo que, por aquel entonces, debilitaba, pero que, desde su llegada, la fortaleza y el orgullo son parte de su personalidad. Fue en marzo de 2018, cuando Rubén comenzó una bonita andadura en tierras vallisoletanas y que ha finalizado el quince de febrero tras encadenar una serie de malos resultados.
«No me lo esperaba. Estaba completamente seguro de que podríamos sacar la situación adelante. Cuando me destituyen estamos a dos puntos de conseguir esa cuarta plaza», reconoció Rubén Jiménez en los micrófonos de #Hacemos Cantera en Radio Marca.
«Veíamos que el equipo jugaba bien y teníamos muchas ocasiones, aunque es cierto que no las estábamos materializando. Las malas rachas no son eternas, antes o después, las acabas rompiendo», comenta el que fuera técnico naranja, quien explica que los tres partidos que les quedaban por disputar al equipo eran fuera de casa, donde habían obtenido mejores resultados.
El Parquesol ha vivido momentos de altibajos. Arrancó la temporada con una derrota, pero remontó el vuelo y cosecho varias victorias. Sin embargo, una racha negativa de tres derrotas hizo que el equipo cayera a puestos de descenso. El madrileño cree que «el poco acierto de cara a portería y la fragilidad defensiva» que tenían en casa hizo que «los resultados no fueran buenos». Además, otro de sus hándicaps fue «las lesiones de jugadoras importantes como Nata o Kiersten, que hicieron que el equipo se resintiera».
Sin duda, Rubén se lleva una bolsa llena de recuerdos como «la primera charla con el equipo, el ascenso, la victoria ante el Athletic de Bilbao por uno a cero la pasada campaña o la visita a la Ciudad Deportiva Joan Gamper, en Barcelona», pero su mayor pena ha sido por todas esas jugadoras que confiaron en él y «que apostaron por venir al Parquesol» para que las entrenase y «es algo que no se olvida». Además, siempre recordará la emotiva despedida de sus jugadoras. «He recibido mucho cariño, me llevo de ellas ese sentir tan verdadero y sincero», concluye con la voz entrecortada.
Escucha la entrevista completa haciendo clic debajo (a partir del 31:00):