Contracrónica del Real Valladolid 0-1 Real Madrid
Horas antes de un encuentro así, todos los aficionados sueñan con ganar por la épica que supone hacerlo ante los rivales grandes, pero el caso del Real Valladolid es diferente, necesita ganar como el comer, sin excusas sobre el rival al que se enfrente. El equipo de Sergio González suma la pobre cifra de tres puntos en siete partidos, es decir, de veintiún puntos posibles. En el encuentro de hoy los pucelanos tuvieron alrededor de una hora de juego muy buena en la que hicieron creer que podían llevarse el partido por todas las ocasiones que tuvieron, pero la poca eficacia y la fragilidad defensiva en pelotas aéreas a balón parado hicieron que se le escapara el partido. Un solitario gol de Casemiro en una falta lateral abrió y cerró el marcador para dejar al Real Valladolid empatado a puntos con el Elche – que hoy ganó y aprieta las cosas – en la decimonovena posición. Otra semana más en puestos de descenso, con mejores sensaciones, pero mismos puntos.
Más llegadas a portería. Como señalaba Sara Carmona en su Twitter, en los primeros once minutos de juego el Real Valladolid remató tres veces, dos a puerta y uno bloqueado, y superaba lo generado en sus dos últimos partidos contra Eibar y Alavés. Al final del encuentro el conjunto pucelano disparó hasta cinco veces al arco de Courtois.
Falta de efectividad. Si bien es un paso adelante el hecho de aumentar el número de llegadas, el siguiente escalón es el de transformar esas ocasiones. El exceso de perdón ante rivales de una entidad mayor acaba castigando a los equipos ‘pequeños’ en acciones aisladas. Durante un tramo largo de partido el Pucela jugó muy bien y le quitó el protagonismo y el control al Real Madrid, pero la poca clarividencia de cara a puerta lo condenó a la larga.
Mala defensa del balón parado. El gol de Casemiro no fue mera casualidad, durante el encuentro el centrocampista brasileño tuvo varias ocasiones de igual calado. En los córners y faltas laterales el jugador del Real Madrid remataba siempre, aunque sin acierto, hasta que en la tercera jugada no perdonó la floja defensa aérea de los blanquivioletas en este tipo de acciones.