El Real Valladolid cayó por 0-1 ante un Real Madrid sin demasiado brillo que aprovechó el balón parado

Antes de un partido frente a un equipo de esos que llaman ‘grandes’, uno podría aventurarse a hacer un pronóstico. Las opciones que más se barajaban si se tiene en cuenta el rendimiento de la actual campaña y la experiencia del Real Valladolid de Sergio González ante estos clubs estaban bastante claras; una opción era que el conjunto de Zinedine Zidane aprovechase la mala dinámica del conjunto del José Zorrilla e hiciera más grande la herida de manera solvente. La otra opción, que es la que más se ha dado frente a estas entidades, era que el Pucela compitiera bien, pero no lograra premio alguno. Con todo, el resto de posibilidades también eran válidas y cabía todo, incluso que Sergio rompiera su estadística de 16 derrotas y 4 empates contra Real Madrid, FC Barcelona, Sevilla y Atlético de Madrid e impusiera su primera victoria, justo en el día que cumplía 100 partidos como entrenador del Real Valladolid. La realidad fue parecida a una de las conjeturas que más se hicieron antes del encuentro. El Pucela compitió – con altibajos – ante el Real Madrid, pero cayó por la mínima.
Los primeros minutos del partido fueron entretenidos. El Real Valladolid salió al campo con una ambición en el ataque que hacía tiempo que no se veía en el conjunto blanquivioleta. Un disparo de Alcaraz desde las inmediaciones del área y una doble ocasión con protagonismo compartido entre Orellana y Janko demostraron que el Pucela podía hacer daño. Ambas oportunidades fueron desbaratadas por Courtois. Como respuesta, el Real Madrid buscaba jugar en campo contrario y encontrar a su tridente ofensivo, formado por Mariano, Vinicius y Asensio, mediante Kroos y Modric, aunque no lograban profundizar del todo sus jugadas.
Pasada la media hora de juego, la sensación de peligro del Real Valladolid se apaciguó y el Real Madrid parecía ser dueño del balón, pero seguía sin generar ocasiones claras. Fue Mariano quien logró superar a Masip y mandar el balón al fondo de la red, afortunadamente para los de Sergio González, lo hizo en posición antirreglamentaria. Minutos más tarde, volvió a ver puerta el delantero, otra vez en fuera de juego. Concluyó así la primera mitad, sin goles y con la sensación de que el cuadro merengue dominaba, pese a que tampoco amenazaba demasiado la portería de Jordi Masip. Sin embargo, el Real Valladolid aguardaba para salir a la contra e intentar aprovechar cualquier oportunidad que se le presentase.
La tónica del inicio del segundo acto fue la misma que el del final del primero. El Madrid se acercaba sin pausa, pero sin prisa. No obstante, la primera oportunidad clara fue para el Real Valladolid. Mendy le regaló a Orellana un centro al corazón del área que el chileno logró rematar sin oposición, pero el cañonazo salió centrado y se estrelló en Courtois. La ocasión actuó como un catalizador que activó rápidamente al conjunto blanquivioleta y se animó un poco en pos de abrir el marcador. Fue entonces cuando el Madrid marcó a balón parado. Kroos puso una falta lateral con precisión de cirujano y Casemiro adelantó a los suyos con un buen testarazo.
A raíz del gol, Sergio González dio entrada a Kodro y a Weissman para tener más fuelle en el ataque. Sin embargo, de nada sirvió, ya que no les llegaban balones claros que pudieran aprovechar. El Madrid, por su parte, brindó una oportunidad a sus canteranos Arribas y Hugo Duro. Asimismo, mantuvo el control hasta el final del encuentro y no cedió ninguna ocasión a los locales. El colegiado confirmó la victoria vikinga de una forma controvertida, ya que el Pucela se disponía a poner un centro al área cuando este señaló el final del encuentro.
Con todo, el centenario de Sergio González en el banquillo blanquivioleta tuvo un resultado que se podía prever. El equipo dio mejor imagen que en los últimos encuentro, pero volvió a irse con las manos vacías y, aunque tuvo momentos de lucidez en algunos tramos, fue irregular dentro del partido. Con la vista ahora fijada en Vigo, el Real Valladolid desciende otra posición en la tabla. Con esta derrota, se le pone aún más cuesta arriba la competición a un Real Valladolid que parece no despertar.