El Real Valladolid ha llegado a un acuerdo para la cesión del uruguayo hasta final de temporada en una operación a tres bandas entre Boca Juniors, Celta y Pucela
Desde principio de mercado, con la lesión de Raúl Carnero, se sabía que el lateral izquierdo era una posición que reforzar en el Real Valladolid. Tras un buen puñadop de nombres y como sorpresa el elegido ha sido Lucas Olaza. Sorpresa no por su nivel, sino porque el Valladolid se lo haya llevado. El uruguayo llega al conjunto blanquivioleta cedido con una cláusula de compra obligatoria que, según diversas fuentes, podría alcanzar los cuatro millones.
Todo empezó cuando el Pucela se interesaba por Frank Fabra y el Celta no quería pagar la opción de compra por el uruguayo de cuatro millones, que debería ser obligatoria cuando jugara veinte partidos, de los que llevaba dieciocho. El club gallego quería que sacara, bajo amenaza de mantenerlo seis meses en la grada para rebajar esa cláusula, y Boca se aferraba al contrato. Ahí, la directiva del Pucela estuvo muy atenta y se metió de lleno en la puja por el jugador. Tras duras e intensas negociaciones a tres bandas en las que Valladolid, jugador y agente se entendían, pero Celta de Vigo y Boca Juniors no, se ha llegado a un acuerdo para que Olaza acabe la temporada en tierras castellanos y leonesas.
El futbolista, de veintiséis años, ha pasado toda su carrera en Argentina, principalmente en River Plate de Uruguay, Talleres y Boca Juniors. Lleva en los xeneizes desee la 2018/19 y en la siguiente campaña fue traspasado a Boca por 3.200.000 euros. De ahí, se fue cedido al Celta de Vigo tanto esa pasada campaña como la actual. Con todo, se trata de un lateral de características envidiables. Va muy bien hacía delante, apurando línea de fondo y con centros que son una delicia, y muy correcto en labores defensivas. Una incorporación que viene de cine al equipo de Sergio González por la baja de Carnero y el mala nivel de Nacho, pero sobre todo por lo que te aporta Lucas Olaza.