El Real Valladolid Promesas no dio opción al CD Covadonga, que hasta los minutos finales no supo cómo superar el juego coral del equipo de Baraja

Victoria y solvencia. El Real Valladolid Promesas saca tres puntos de vital importancia del campo del Covadonga. Un triunfo que llegó con algo más del sufrimiento que parecía traer el partido. El juego explosivo que desempeñaron los asturianos no fue suficiente para doblegar a un filial pucelano muy bien plantado en el campo y que demostró ser capaz de controlar los ritmos de juego.
El partido comenzó con un Covadonga eléctrico, que no permitió pensar al Valladolid, algo que sorprendió a los pucelanos. Cinco minutos de presión alta y un ritmo de juego frenético que se fue diluyendo con el paso del tiempo, algo que aprovechó el Promesas para igualar fuerzas.
El choque se convirtió entonces en un cúmulo de imprecisiones. En el Promesas motivadas por la presión constante del rival, mientras que, en el equipo asturiano, todo lo bueno que le daba la presión atrás se lo quitaba en ataque. Las imprecisiones y los pases a ninguno sitio eran la tónica general, aunque no evitaron que el Covadonga metiera el miedo en el cuerpo a los visitantes.
Pero fue cuando mejor estaban los locales cuando el Promesas, que no había disparado entre los tres palos en los primeros treinta minutos, puso el primero en el luminoso. Tras un saque de esquina, Elliot puso un centro directo al corazón del área donde, solo, Palomeque remató directo al fondo de la portería. Gol y tranquilidad para el filial.
La impaciencia y la impotencia se extendió en las filas del Covadonga, que veían cómo, a pesar del esfuerzo defensivo, se iban al descanso por detrás. Fue entonces cuando comenzaron las hostilidades. El partido comenzó a aumentar de intensidad, lo que obligó al árbitro a tirar de tarjetas amarillas con el objetivo de tranquilizar los ánimos. Mientras, los asturianos seguían sin conectar una jugada completa y optaron por jugar al balón en largo para que los hombres de punta se buscaran la vida.
El Promesas, por su parte, no parecía tener prisa por meter el segundo, y se limitaba a cortar los ataques del rival. Pero fue en un error de los locales donde llegó el segundo tanto pucelano, al borde del descanso. Una mala salida de balón propició la recuperación de Moha en el borde del área. Este filtró hacia Sergio Benito, que solo ante el portero no perdonó y marcó el segundo para el filial blanquivioleta. El partido se iba a los vestuarios.
Tras el descanso el partido continuó por los mismo derroteros, aunque no duró mucho. La energía que desempeñó el Covadonga pasó facturas, y los locales comenzaron a flaquear, algo que dio aire al Promesas, que mediante un juego de toque empezó a dominar el partido.
El equipo de Baraja comenzaba a asomar, pero sin peligro, el área rival. Y tanto va el cántaro a la fuente, que al final se acaba rompiendo. Y fue Fran Álvarez, tras un mal despeje de la zaga local, quien recogió la pelota al borde del área, y tras deshacerse de Aitor Elena, central del Covadonga, mandó un misil imparable a la portería. Tercero y casi sentencia.
Todo parecía de cara para el filial, pero no pasaron ni cinco minutos hasta que el Covadonga bajó de la nube a los pucelanos. Un saque rápido de falta pilló a la defensa descolocada, y Diego García dejó un balón en bandeja a Edu Font quien solo tuvo que empujarla. Comenzaron a verse signos de nerviosismo en el Promesas.
El gol pareció dar una energía renovada a los asturianos, que no dudaron en echarse hacia delante en busca del tanto que les permitiera recortar distancias. Un tanto que nunca llegó, y culpa de ello la tuvo Gaizka, quien no tuvo que esforzarse mucho hasta ese momento. Dos estiradas evitaron el gol de los locales, que vieron como el árbitro pitaba el final del partido, lo que selló su derrota.
Victoria de gran importancia para los pupilos de Javier Baraja que consiguen afianzarse en los puestos alto de la tabla. Por su parte, el Covadonga sigue hundiéndose en la clasificación y suma su séptima derrota en diez partidos. Ahora toca centrarse en el partido del miércoles ante el Sporting B, colista del grupo y ante quien el Promesas está obligado a ganar.
CD Covadonga: Iván Torres; Pablo Castiello, Aitor Ferrero (Manu Rodríguez, min.46), Aitor Elena (Álvaro del Río, min. 66), Manu Blanco (Pablo Naredo, min. 46); Alfonso Artabe, José Luis; Manu Pozo (Edu Font, min. 46), Jaime Álvarez, Sergio Ríos (David González, min. 46); y Diego García.
Real Valladolid Promesas: Gaizka; Sergio López, Palomeque, Alonso, Vilarrasa; Oriol Rey (Maroto, min. 87), Moha (Mikel Carro, min. 66); Elliot (Dalisson, min. 66), Zalazar, Fran Álvarez (Nieto, min. 74); y Sergio Benito (Uche, min. 87).
Goles: 0-1, min. 29: Palomeque. 0-2, min. 45: Sergio Benito. 0-3, min. 62: Fran Álvarez. 1-3, min. 67: Edu Font.
Árbitro: El colegiado vasco Ibai Rezola Etxeberria, asistido en las bandas por Fernández Esesumaga y Martín Ramos, fue el encargado de dirigir el choque. Mostró cartulina amarilla a Edu Font, Aitor Ferrero, Sergio Ríos, Manu Blanco en los locales. Y por parte de los visitantes, vieron amarilla Moha, Dalisson, Sergio Benito y Palomeque.
Incidencias: Partido correspondiente a la décimo segunda jornada del Grupo 1-B de la Segunda División B disputado en el estadio Álvarez Rabanal ante 50 personas.