Líder de su grupo, el equipo de Javier Baraja llega al parón navideño como el equipo más goleador, aunque es uno de los que más goles encaja por partido
Por estas fechas, acordes a la época navideña, existe una tradición que todos ‘celebramos’ durante gran parte de nuestra vida. Ese momento, de tensión para algunos y de emoción para otros, en el cual tú entregas el boletín de notas a tus padres. Esa hojita que supuestamente determina cuál ha sido tu esfuerzo a lo largo del trimestre. Para el Real Valladolid Promesas ha llegado esa fecha. Tras ocho jornadas disputadas, el filial blanquivioleta llega al parón navideño y es hora de ver si su esfuerzo durante el primer trimestre de liga ha traído los resultados esperados.
El equipo dirigido por Javier Baraja se puso como objetivo principal luchar por esos puestos altos de clasificación, algo que está cumpliendo, aunque con cierto sufrimiento. El Promesas es, a día de hoy, líder del Grupo 1-B de la Segunda B con catorce puntos, empatado con el Langreo y el Burgos. A su vez, el filial sigue demostrando una temporada más su poderío en zona de ataque, ya que con doce goles es el equipo más goleador de su grupo, empatado con la Cultural.
Pero es su regularidad y no su contundencia lo que destaca del ataque pucelano. Y es que solo hay que ver los datos para confirmarlo. Solo en dos partidos, el Promesas logró superar la cifra de dos goles anotados. El primero ante el Covadonga en la tercera jornada, donde necesitó tres goles para evitar la derrota. Y el segundo, el Oviedo donde, esta vez sí, pasó por encima de su rival tras aprovechar la superioridad numérica en el campo.
Salvo en esas dos ocasiones, los pucelanos nunca han logrado una victoria por más de un gol de diferencia, un hecho que a priori podría resultar negativo, pero no hay que olvidar que el Promesas ha logrado marcar en todos los partidos que ha disputado, algo de lo que es muy responsable Raúl Uche y su gran inicio de temporada. Cuatro goles en seis partidos decoran sus estadísticas y le han convertido en el goleador del equipo.
Estas estadísticas hacen del Real Valladolid Promesas un equipo que hace bueno el lema futbolístico que dice «a este deporte se gana metiendo un gol más que tu rival», una de las caras de la moneda que casi siempre ha beneficiado al filial esta temporada. Aunque esta situación hace que el aficionado se pregunte: ¿Podrá mantener el Promesas esta racha toda la temporada?
Una derrota inesperada y una defensa que roza el suspenso
Un ejemplo de que puede ocurrir si la moneda –que hasta ahora siempre cayó del lado del Promesas– sale del lado contrario se pudo ver en el partido ante el CD Lealtad, donde un filial bastante superior en varios tramos del choque, fue incapaz de dar la vuelta al partido, y cayó derrotado en casa por primera vez desde hacía casi dos años.
Por tanto, la respuesta a la pregunta anterior pasa por apuntalar una defensa que ha dejado ciertas dudas durante la temporada. Con una pareja de centrales formada por Miguel Rubio y José Manuel Alonso, el Promesas parece no encontrar la forma de reducir el número de goles encajados por partido. Con ocho goles en ocho partidos (un gol por encuentro), el equipo de Baraja es de los equipos que conforman los puestos altos de la clasificación más goleados, solo superado por los tres equipos que ocupan las tres últimas plazas (Covadonga, Sporting B y Luanco).
Las estadísticas anteriores llaman la atención y hacen surgir la necesidad de un cambio en el aspecto defensivo. aunque tal vez la necesidad no es tan imperiosa a estas alturas, si se atiende al resto de equipos de la clasificación; no en vano, conjuntos como el Langreo, Cultural Leonesa y Real Oviedo B han encajado los mismos goles que los blanquivioletas.
Sin embargo, si el objetivo que se persigue es luchar por ascender a Segunda División, es más que necesaria una vuelta de tuerca a una línea defensiva que necesita ser más contundente de cara a próximos partidos y siguientes fases de la competición.