El Real Valladolid Promesas rompió su racha como invicto en Los Anexos tras perder por la mínima ante el Lealtad este pasado fin de semana
La derrota del Real Valladolid Promesas del pasado sábado frente al Lealtad provocó un hecho prácticamente inaudito: que Javier Baraja paladeara el sabor amargo de la derrota en Los Anexos. No en vano, el entrenador vallisoletano no conocía esta sensación desde hacía prácticamente dos años y acumula una magnífica trayectoria como local, ya que supuso solamente su quinta derrota en casa.
Aunque lo intentó hasta la extenuación, acumulando hombres de ataque e incluso colocando a los centrales como delanteros, el gol del asturiano Juan López a la media hora de partido fue suficiente para que el Lealtad se llevara el triunfo, que provoca que el filial se quede quinto en la tabla, con once puntos, los mismos que el Oviedo B, aunque a tan solo dos del líder, el Burgos. De esas once unidades, los blanquivioletas han sumado siete en Los Anexos, donde habían conseguido dos victorias y un empate.
Para ver la última vez que el filial perdió ejerciendo como anfitrión hay que remontarse nada menos que al veinte de abril de 2019, cuando la SD Ponferradina –que terminaría subiendo– se impuso por uno a tres a los entonces dirigidos por Miguel Rivera. En cambio, para hallar el último encuentro perdido por Baraja como local hay que irse a unos meses antes, a su etapa en el División de Honor. Fue el diecinueve de enero de ese mismo año, frente al Atlético de Madrid, contra quien dos goles en dos errores puntuales evitaron a los blanquivioletas puntuar ante el líder.
Durante esa temporada, su equipo tan solo cayó en otras dos ocasiones más en Los Anexos, contra el Real Madrid por un gol a tres y frente al Rayo Vallecano por cero a uno, y lo cierto es que no mereció perder ninguno de los tres encuentros, o por lo menos ninguno de los dos últimos: el conjunto merengue ganó gracias a su pegada y a una gran actuación de Altube, su guardameta, y el Rayo Vallecano por las intervenciones decisivas de Miguel Morro, que firmó un partido estelar bajo los palos.
Anteriormente, Baraja también dirigió al Real Valladolid en la Cadete Regional, en la 2017/18. Durante esta etapa consiguió doce victorias, un empate y solamente dos derrotas como anfitrión, certificando así una gran temporada en Los Anexos. Sumando todos sus envites aquí, a lo largo de su trayectoria, ha dejado una gran imagen, ya que ha ganado 33 partidos y ha empatado y perdido los mismos: seis. El pasado sábado se sucedió la última de esas derrotas, que se espera que sea un punto y seguido en su recorrido y pueda ser el inicio de una nueva racha al menos próxima a las anteriores.