Después de veintitrés temporadas compitiendo de manera interrumpida en Primera y Segunda, los sorianos lucharán este año por conseguir el ascenso en la Segunda División B

El pasado mes de julio, tras el largo y atípico parón causado por la pandemia, el CD Numancia consumó una decepción que era desconocida para la actual generación numantina: el descenso a Segunda B. El equipo rojillo llevaba veintitrés campañas consecutivas en las dos categorías reinas, Primera y Segunda, lo cual hace que sea una obligación el ascenso de nuevo a la categoría de plata.
Debido a ello, el conjunto soriano ha puesto a los mandos del equipo a Manix Mandiola, entrenador con cerca de quinientos partidos en la categoría y que cuenta, además, con ocho play-off, uno de ellos que llevó al ascenso al Eibar. Así, es declarado favorito al ascenso junto con el Deportivo, contrincante del Grupo I, aunque en el subgrupo adverso.
Ya conocen la competitividad y la dureza de la competición. Han sido cinco los partidos disputados por los sorianos: dos de ellos en los que se han llevado los tres puntos, ambos en casa, frente al Marino y al Lealtad. En otros dos han sacado un punto en cada uno, ante Cultural y Oviedo, y también han cosechado una derrota, contra el Sporting B en Gijón.
Los rojillos cuentan con una plantilla totalmente renovada, exceptuando al canterano Moha, que ya contó con multitud de minutos en la temporada anterior con López Garai. Son dieciocho las caras nuevas del club, aunque la gran mayoría con notable calidad y experiencia: Lillo y Cotán cuentan con experiencia en Primera, Borja San Emeterio y Manzanara han pasado por Segunda, y Bikoro, Asier Benito, Gabarre y Menudo con una gran experiencia en la categoría de bronce, este último con más de trescientos partidos en equipos punteros.
Además de los anteriores, cuentan en sus filas con un jugador para el que este partido será más especial: Corral, jugador cedido por el Real Valladolid, que tendrá enfrente a varios excompañeros suyos, a los cuales lideraba el año pasado en Pucela con el brazalete de capitán. Sin embargo, no podrá medirse a ellos por la ‘cláusula del miedo’, aunque, como recordó en #HacemosCantera en Radio Marca, le hubiera gustado hacerlo. Dejará así de enfrentarse a un equipo que viene de ganar al Marino entre semana y que sumará ochocientos kilómetros esta semana sumando el viaje a Soria.
Lamentablemente, el CD Numancia cumplió durante este 2020 su 75 aniversario con pocas celebraciones que hacer. Tras el triste descenso, el club numantino busca cumplir con el objetivo de toda la ciudad y devolver al Numancia a la categoría que se merece, y así celebrar el 76 aniversario como la vuelta de un mítico al lugar que le corresponde.