Contracrónica del Granada 1-3 Real Valladolid
El Real Valladolid ganó su segundo partido del curso, esta vez a domicilio, contra el Granada de Diego Martínez. Respiran, por tanto, los de Sergio González, y lo hacen tras un partido en el que supieron crear ocasiones desde muy pronto, aunque les costó afinar la portería tras dos ocasiones muy claras desperdiciadas por Óscar Plano y Sergi Guardiola, ambos muy solos frente a Rui Silva. Un cabezazo prodigioso de Plano atacando el primer palo y una brutal definición de zurda de Marcos André dieron, de primeras, tranquilidad a los pucelanos.
El Valladolid mostró más hambre y fue más incisivo durante gran parte del partido, pero el Granada hizo sudar los últimos minutos del partido a un equipo que, lejos de romperse, supo sobreponerse al crecimiento de los nazaríes. El equipo local se acercó en el marcador con gol de Duarte y el Real Valladolid debería aguantar casi media hora. Finalmente, el balón entró de nuevo en la portería nazarí, obra de Jota, y el equipo blanquivioleta encarará una semana más con victoria en el bolsillo. Con nueve puntos que le sacan del descenso en la clasificación y esperando que la racha no acabe pronto.
Sergi Guardiola lejos del área fue un jugador mucho más valioso para los intereses de los de Sergio González. Como delantero no encontró portería ni la suerte necesaria para convertir las pocas que tuvo, pero con unos pasos hacia atrás, se convirtió en un excelente lanzador para las dos bandas, con la creación de la jugada que malogró Óscar Plano después de un gran pase cruzado, así como con su participación y trabajo para ser fundamental en la jugada que acabó con el gol de Marcos André. Ese rol menos protagonista, pero mucho más implicado en la creación, parece que ha multiplicado un rendimiento que el balear hacía tiempo que no mostraba.
Marcos André buscando el gol fue la pieza más interesante en ataque, en un Real Valladolid dominante en Granada. Su frescura ha mejorado mucho las sensaciones de un ataque pucelano que se ha renovado con su capacidad para aparecer siempre con peligro, buscando posición de tiro, cayendo a banda y pidiendo siempre el balón, coronado todo con un gol que demuestra su valor, definiendo perfectamente con la pierna menos hábil ante Rui Silva. El brasileño muestra la necesidad que tenía el equipo de un delantero con su capacidad para encarar y buscar la ventaja de cara a la portería rival.
Jota, en apenas diez minutos, muestra que es algo distinto. La calidad que atesora ha sido suficiente para demostrar que Sergio González tiene un recurso brutal en ataque si quiere contar con él. Ha tardado en darle minutos pero el luso ha respondido a las mil maravillas, mostrando personalidad, hambre y entregándose al máximo, con la fe necesaria para disputar un balón a Luis Milla que se ha convertido en el gol que coronaba el resultado final. El extremo portugués tiene lo necesario para que su paso por el Real Valladolid sea más que una anécdota en su currículum.