Los blanquivioletas fueron certeros de cara a gol tras el primer gol firmado por Plano. La victoria sirve para salir del descenso en una jornada redonda

Óscar Plano es un gran reflejo de lo que debe ser este Real Valladolid. El ‘10’ es un jugador que ha tenido sus altibajos, con buenos momentos y otros no tanto dentro de su rendimiento, pero que siempre lucha. Hasta el final. Una de las mejores cualidades que parecía haber perdido el Pucela de Sergio González respecto a la temporada pasada era la perseverancia. Insistir, insistir e insistir. No caerte al primer golpe. Así se sumó punto tras punto, algunos se han escapado por errores groseros esta campaña y luego se echarán mucho de menos, hasta conseguir la permanencia.
Pues bien, en Granada, Plano tuvo la más clara tras un pase de tremenda calidad de Sergi Guardiola. De este último vimos la mejor versión de lo que va de liga, generoso en el esfuerzo, y mezclando bien con sus compañeros. La ocasión fue cristalina, con tiempo para decir cómo meterla, pero marcarla sí o sí. Seguro que en las casas de los aficionados blanquivioletas la jugada se hizo eterna. Y se acordaron de ella durante buena parte del encuentro.
La definición de Plano fue horrorosa. Lo menos que se le podía pedir es que fuera a puerta. Pero ni eso. El balón salió claramente por la izquierda del palo de Rui Silva. La oportunidad perdida en un partido equilibrado, aunque controlado por el Pucela, significaba mucho. Más cuando en frente, pese a todo lo que ha sufrido en estas pasadas semanas por el COVID, estaba el ‘Euro Granada’, una entidad que está en la ola buena con una plantilla, y entrenador, tremendos.
Justo antes de terminar la primera mitad, Óscar Plano estuvo donde tenía que estar. Porque podría no haber seguido la jugada. Dejarse ir. Descargó Marcos André para Guardiola en el lateral izquierdo, pegado a la línea del área, centro cerrado del delantero y Plano le comió la tostada a Germán con un gran cabezazo, sorprendiendo desde atrás, para poner el 0-1. Los tres mejores jugadores de las últimas jornadas, junto a Masip, participaron en el gol.
La continuidad del final de la primera parte
Nada más regresar del descanso, el Real Valladolid dobló la diferencia. Marcos André puso el 0-2 con un disparo colocado y potente que golpeó en el palo y se coló en la portería de los locales. Un delantero diferente a todo lo que se ha visto por la capital castellana desde hace bastantes años.
Pero claro, si alguien se pensaba que esto se había acabado, es que no ha visto al Pucela esta temporada. Será muchas cosas pero no equipo aburrido. Domingos Duarte cazaba un pase con la espinilla de Foulquier tras un córner que recortaba diferencias.
A partir de ahí, el Granada apretó pero sin crear ocasiones claras sobre la portería de Jordi Masip. En parte porque el Pucela no se colgó de los palos, sino que siguió mirando a la portería contraria. Así llegó la sentencia del debutante Jota tras robar un balón a Milla. La definición fue de una sangre fría tremenda. Ahí sí que se acabó el encuentro con el 1-3. Segunda victoria consecutiva y fuera del descenso. Siguiente parada: viernes, a las 21:00, en el estadio José Zorrilla ante el Levante.