El futbolista segoviano repasa su carrera y comenta su último ascenso desde tierras finlandesas, en las filas del KTP Kotka
Pocas cosas hay más bonitas y emocionantes en el fútbol que un ascenso. El trabajo de todo un año se ve recompensado con la consecución del objetivo final, que implica un mayor estatus la temporada siguiente. Son palabras mayores si esta hazaña se repite hasta en cinco ocasiones en la carrera de un futbolista. Este es el caso del exjugador del Real Valladolid, Asier Arranz, que el pasado fin de semana consiguió el ascenso a la máxima categoría del fútbol finlandés con el KTP Kotka.
«Pudimos conseguirlo de manera directa, pero a falta de tres jornadas sufrimos un pinchazo inesperado contra un equipo que acabó ascendiendo. Ese golpe fue fuerte y el vestuario se unió más. Luego fuimos partido a partido y yo creo que llegamos en un buen momento para jugar contra el equipo de primera división que nos tocó», confesó Asier Arranz en #HacemosCantera en Radio Marca. En la promoción que disputó, el segundo clasificado se enfrenta a doble partido contra el penúltimo de la primera división para dilucidar qué equipo jugará en la Veikkausliiga. «Hicimos prevaler el gol fuera de casa que nos valió con el empate de la vuelta. Supimos pelear y esperar nuestro momento después de tener tramos de dudas en el partido», comenta el segoviano.
Decidió aventurarse en este proyecto después de unos meses de inactividad por el parón por el coronavirus. A través de Mika, un delantero con el que compartió vestuario en la Gimnástica Segoviana y que formaba parte del equipo, se fraguó su fichaje. Le comentó que tenían un «objetivo ambicioso, que querían ascender y era un club serio». Finalmente se decidió, pese a que le tocaba viajar sin la familia y después de una experiencia que no salió bien en Chipre. «La verdad que no me arrepiento de haber tomado esta decisión, ni siquiera de la primera que salió mal. Cuando las tomas tienes el riesgo de equivocarte», cree Arranz.
Pese a ello, él, como cualquiera, considera que no estaría en ningún sitio mejor que en casa… aunque quizás no ahora. «Me gustaría volver a España, pero en un futuro. Ahora tengo la opción de poder renovar con el equipo en el que he estado y disfrutar de la primera división. Tengo que ver las condiciones pero creo que es una buena oportunidad para mí y mi familia», admite el futbolista.
Sobre sus cincos ascensos, cuenta que «cada uno tiene un matiz diferente, pero el más especial fue el del primer equipo del Real Valladolid». «Es la culminación de muchos años de estar en la cantera y de todo el sacrificio familiar», agrega. Esa temporada 2006/07, comenzaba a ser una realidad la leyenda de ‘Míster Ascenso’.
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