Contra el Levante presentó cinco cambios con respecto a la visita a Sevilla, después de hacer nueve en las tres anteriores jornadas. Los resultados le avalan

El cóctel perfecto debe tener un equilibrio entre dulzura, acidez y amargor. Juntos en la boca es una auténtica bomba de sabores. Sergio González aspira a encontrar la receta ideal en cada partido para lograr el triunfo. Sin embargo, esta no es fácil de encontrar.
El técnico del Real Valladolid es consciente de la importancia de todos los jugadores en estas jornadas decisivas, en su afán por conseguir la ansiada permanencia. Así lo había advertido previamente y así ha demostrado con las revoluciones planteadas en sus onces desde la reanudación del campeonato. No en vano, contra el Levante presentó cinco modificaciones con respecto al equipo que fue titular en el Sánchez-Pizjuán y, en los tres anteriores, había realizado nueve cambios entre partido y partido.
El conjunto que salió de inicio en los dos primeros partidos, frente al Leganés CF y contra el Real Club Celta, fue parecido al habitual antes de la pandemia. Después de las buenas sensaciones y del triunfo cosechado en Butarque, el míster blanquivioleta decidió realizar dos primeras variaciones en Zorrilla con el fin de llevar la iniciativa, apostando por Míchel y Toni Villa en el lugar de San Emeterio y Raúl Carnero, de un perfil más de contención. De esta forma, ante el cuadro vigués repitieron titularidad nueve hombres: Masip, Moyano, Joaquín, Salisu, Nacho, Óscar Plano, Fede San Emeterio, Alcaraz, Enes Ünal y Guardiola.
«Lo importante es cómo han rendido los futbolistas que no habían tenido muchos minutos. Me quedo con las respuestas de los jugadores», explicó este martes en rueda de prensa telemática, expresando su confianza en aquellos jugadores que quizás durante el curso han sido menos habituales, quienes también han tenido su protagonismo, después de que sorprendiera con un once plagado de caras nuevas en los encuentros contra el Atlético de Madrid y ante el Sevilla FC.
En el Wanda Metropolitano se pudo ver cómo estrenaban titularidad Caro, Matheus Fernandes y Javi Sánchez, este último tras hacerse oficial días antes su compra por parte del Real Valladolid. Por otra parte, el franco-argelino Hatem Ben Arfa y el canterano Miguel de la Fuente lo hacían en el Ramón Sánchez-Pizjuán, elevando el número de titulares a los veintidós y el de jugadores usados a veinticuatro, sumando a todos los demás las participaciones de Sandro y Kike Pérez.
Jugar con tantas caras nuevas fue algo que sorprendió mucho a la afición, como bien se hizo visible en las redes sociales, en muchos casos, en modo de queja, pensando que el Real Valladolid renunciaba con ello a ganar. El rendimiento de esos jugadores, sin embargo, fue bueno e incluso se pudo ver como ese ‘nuevo’ Pucela plantó cara y pudo puntuar en casa del Atleti y lo hizo, quizás mereciendo ganar, en la del Sevilla, dos de los grandes conjuntos de LaLiga Santander.
Después de seis jornadas, el buen rendimiento de los blanquivioletas ha sido ha permitido sumar siete puntos, que sirven para acercarlos a la salvación, y se ha sostenido sobre la fortaleza del bloque, un aspecto característico del conjunto de Sergio González y que se ha visto en los seis choques disputados, y no solo en aquellos en los que jugó el equipo más reconocible a lo largo de la temporada, lo que demuestra que la permanencia, en caso de llegar, será cosa de todos.