Los segundos equipos infantil y cadete competirán a nivel regional después de que la FCYLF haya decidido implementar dos nuevos escalafones formativos
El Real Valladolid tendrá la próxima temporada dos nuevos equipos de categoría regional. Después de que la FCYLF adoptara la decisión de crear un segundo escalafón para los eslabones formativos infantil y cadete, los segundos equipos de estos niveles avanzarán un paso para competir con otros clubes de la comunidad. Así, los conjuntos alevines son los únicos que seguirán compitiendo en adelante a nivel provincial.
Como resulta obvio, esto incrementará los gastos en materia de desplazamientos de las categorías inferiores, si bien la implementación de estas nuevas categorías ha sido recibida de buen grado, dado que hará subir un escalón a nivel formativo a la par del competitivo. La premisa es que la experiencia que adquirirán los jugadores de primer año que compitan en esas categorías permitirá, por lo menos sobre el papel, mejorar su nivel con respecto a lo que venía siendo habitual en provincial, donde el proceso de captación procedente de otros clubes suele permitir que los equipos estén en la parte alta de sus respectivas categorías.
Estos ascensos así lo constatan: en categoría cadete, el Real Valladolid B era líder de la Primera Provincial antes de que se parara la competición, con tres puntos de margen sobre el San Agustín –el otro club que ascenderá– y seis sobre el Villa de Simancas, segundo y tercero, respectivamente. Iba, por tanto, del enésimo título consecutivo en este escalón, que los blanquivioletas suelen dominar al margen del potencial real de la generación de turno.
Mientras tanto, en infantiles, el Real Valladolid B escoltaba al Betis CF, el líder y primer equipo que será promocionado, aunque ya algo lejos del título (a siete puntos). Esta categoría suele ser más difícil de dominar debido a la circunstancia de que es la primera en fútbol 11, y sin embargo, los ejemplos recientes indican que tradicionalmente el Pucela está arriba (no en vano, fue campeón el curso pasado) aun con su inexperiencia.
Con todo, la percepción que hay en el club no es de miedo a una posible recesión clasificatoria porque cueste competir, sino que se da por bueno el avance en la formación, valor al que dan prioridad por encima del número de victorias, aun dando por válida la premisa de que competir forma parte de esa formación. No en vano, este nuevo contexto refuerza el conocimiento de otros contextos competitivos que se fomenta con los torneos en los que frecuentemente participa la cantera del Real Valladolid junto a otras de clubes también profesionales.