El mediapunta holandés de origen marroquí, que actualmente juega en el Denizlispor turco, estuvo a punto de fichar por el Real Valladolid de Djukic tras el ascenso en 2012

Ismail Aissati era una de las mayores promesas del fútbol holandés de principios de siglo. Al igual que Afellay o Ryan Babel, parecía llamado a triunfar tras un debut muy joven y prometedor en la Eredivisie. En 2005, de la mano de Guss Hiddink, pasó al primer equipo del PSV Eindhoven debido al alto número de bajas. Las lesiones y sanciones de sus compañeros hicieron un hueco al jugador, de tan solo diecisiete años por aquel entonces, que dejó muy buenas sensaciones tanto en su liga como en Champions League, donde debutó ese mismo año frente al AC Milan de Carlo Ancelotti, que acabaría jugando y perdiendo la final de ese año en Turquía; curiosamente, el país en el que juega actualmente.
Permaneció hasta 2008 en el PSV, con el que ganó dos ligas holandesas, aunque estuvo cedido un año al Twente y allí ganó una Copa Intertoto, para posteriormente marcharse al Ajax de Ámsterdam, al que perteneció otros cuatro años –aunque también salió cedido un curso– y ganó otras dos ligas y una Copa de los Países Bajos. En el verano de 2012 se le empezó a vincular a muchos clubes, ya que el Ajax había decidido no renovar su contrato pese al buen final de temporada que hizo. Entre eso equipos estaban el Gaziantepspor turco, el Vittese de Holanda y un Real Valladolid recién ascendido a Primera División.
Se decía que Aissati lo tenía ya casi hecho con el Pucela de Miroslav Djukic, hasta el punto de que llegó a hospedarse en la ciudad unos días, pero mientras se hacían oficiales las llegadas de jugadores como Rukavina o Sastre, durante ese mismo periodo de traspasos, el fichaje del mediapunta del Ajax no acababa de cerrarse debido a las reiteradas demandas de su entorno. Cuando más cerca estuvo de completarse la operación, los representantes del futbolista quisieron aumentar el dinero que recibían en concepto de prima por el jugador y Carlos Suárez decidió romper las negociaciones, ya nunca retomadas.
Después de que se frustrara la operación por un esperpento, Ismail acabó en el Antalayaspor de Turquía, donde solo permaneció una temporada, aunque obtuvo sus mejores cifras en una temporada: cinco goles y nueve asistencias en 38 partidos. Tras ese curso, puso rumbo a Rusia y desembarcó en el Akhmat Grozny, por donde pasó con más pena que gloria. Estuvo dos campañas y, a pesar de jugar un gran número de partidos, sumó unas cifras muy pobres, con apenas tres goles en total.
El fracaso en el fútbol ruso le hizo volver a Turquía para acabar rondando por varios equipos de nombres impronunciables como el Alanyaspor, el Balikesirspor o el Denizlspor. En este último es donde continúa Aissati su carrera y, en las tres temporadas que lleva, no ha logrado acumular una alta cifra de goles, aunque si un gran número de asistencias, un total de dieciocho.
Al Real Valladolid no le fue mal el siguiente curso en Primera División sin la incorporación de Aissati, puesto que logró la salvación con decimocuarto puesto. Quién sabe si su llegada hubiera resultado positiva tanto como para él como para el club.