El delantero yeclano, ahora en el Real Oviedo, no llegó a vestir la elástica del Real Valladolid, comenzando con drama una temporada que quedaría para el recuerdo
Siempre se dice que pasar del amor al odio es un momento. Es cuestión de dar un paso en falso. Y, sin duda, eso fue lo que le ocurrió a Alfredo Ortuño con el Real Valladolid. El delantero firmó por el Pucela en la 2017/18, pero el problema llegó cuando LaLiga no dio de paso la rescisión con Las Palmas y el club amarillo afirmó que no era ya jugador suyo.
Esto solo fue la punta del iceberg. El futbolista decidió abandonar Valladolid sin avisar a la institución para intentar arreglar el embrollo en el que se metieron Bahía Internacional, su agencia de representación, y él mismo.
En el medio, se dio una ‘no presentación‘ que fue solo un capítulo más de este culebrón. Así, los blanquivioletas pasaron del apoyo al jugador a plantearse el denunciarlo tras entrenar un solo día bajo las órdenes de Luis César Sampedro y dar la espantada. Tras todo este lío de camisetas, rompió relaciones con su agencia antes de hacerlo con Las Palmas en noviembre.
Después de terminar su relación con el conjunto canario, el yeclano se dispuso a ver qué ofertas tenía sobre la mesa, teniendo en cuenta que, si volvía a jugar en Segunda División durante los primeros meses de 2018, debería pagar al Pucela 750.000 euros.
Este giro de los acontecimientos llevó a que el punta cambiara de aires y aceptase una oferta del Real Salt Lake, ubicado en el estado de Utah. Mientras el delantero intentaba volver a encontrarse como futbolista en la MLS, el Real Valladolid vivía una resurrección que lo llevó a Primera División de la mano de Sergio González.
Llegó el final de la temporada y Ortuño volvió de las Américas con unos datos desesperanzadores: 119 minutos jugados y ningún tanto. El Albacete apostó por él, pero siguió sin encontrarse con el delantero que fue y en enero recaló cedido en el Extremadura UD.
Su llegada al cuadro extremeño llegó en un momento clave para ambos. El conjunto azulgrana acababa de vender a Enric Gallego y necesitaba gol. Por su parte, el punta quería demostrar que todavía tenía pólvora para rato. En Almendralejo tampoco recuperó su mejor versión y anotó dos goles en 16 encuentros disputados.
Al volver a tierras manchegas se encontró con una situación complicada. A dos delanteros importantes para el Alba, como lo eran Zozulya y Rey Manaj, se le sumaron unas palabras que pronunció en su llegada al Francisco de la Hera en invierno. «Lo que pide el entrenador no termina de encajar con cómo lo entiende el futbolista», matizó el punta sobre Ramis.
Una nueva oportunidad en Oviedo
Así las cosas, volvió a tener una cesión. El Real Oviedo apostó por él esta temporada para renovar su delantera. En su primer partido como carbayón, en pretemporada frente al Alavés, ya inauguró su cuenta como goleador. El yeclano recibió un pase lateral que acomodó con el pecho y, con un latigazo, adelantó a los ovetenses, haciendo las delicias de la parroquia azul desplazada a Avilés para ver el choque.
Ya en liga, en menos de diez partidos alcanzó siete goles que le permitieron colocarse pichichi y ser la referencia ofensiva del cuadro de la capital asturiana. Sin embargo, su buen momento individual no se vio refrendado por el del conjunto y los del Carlos Tartiere quedaron relegados a la zona baja de la tabla.
Para revertir la situación, en el mercado invernal se apostó por las llegadas de Francesc Arnau y de David Comamala para ocupar los puestos de director deportivo y secretario técnico, respectivamente. A ellas se les sumaron las incorporaciones de otro exblanquivioleta, Rodri Ríos, y la del ‘Cuco’ Ziganda al banquillo. Esto permitió a los carbayones coger aire y salir del descenso antes de que el coronavirus pusiera en ‘stand by’ las competiciones.
Precisamente, poco antes de que se parase la liga, Ortuño anotó su último gol con la elástica azul. Fue ante la AD Alcorcón, en el partido correspondiente a la jornada 28, que ganaron los madrileños por uno a dos. Con este tanto, el delantero suma once dianas en una temporada que le ha permitido volver a recuperar el olfato que una vez perdió.