El técnico del Real Valladolid abogó por «dejar los estigmas atrás» para afrontar el choque ante el RCD Espanyol, en el que la posible baja de Raúl de Tomás será «sensible, pero no definitiva»
Foto: Real Valladolid
El Real Valladolid se ejercitó este viernes en Los Anexos a dos días del choque frente al RCD Espanyol. Posteriormente, Sergio González compareció en sala de prensa para analizar cómo llega al equipo después del duro mazazo ante el Granada.
«Nos dimos 48 horas de luto y esto sigue. Tenemos que lamernos las heridas y ponernos otra vez la armadura. Es difícil olvidarlo, pero tenemos que aparcarlo. Tenemos la capacidad para hacerlo: estamos preparados para la guerra y para hacer un buen partido», aseguró.
Durante la semana, el equipo repasó lo que había sucedido con el propósito de «asumirlo y corregirlo». «En el primer gol le da con la mano, pero hay un desequilibrio en la línea defensiva que no es normal y, en el segundo, no basculamos como solemos hacerlo. Nos falta esa activación y hay que trabajarlo y matizarlo, porque no podemos tirar el partido que hicimos por esos dos pequeños despistes», reconoció el catalán.
En un análisis detallado de los dos goles, Sergio subrayó que el Pucela no puede «permitirse el lujo de bajar la frecuencia hasta que finalice el partido» y defendió la actuación de Masip en el primero de ellos.
«El lateral derecho está hundido, los centrales elevados, y en la recolocación de la línea no estamos bien. Perdimos la marca y la línea está desequilibrada, no pudo hacer nada. En el segundo sí noté que teníamos la sensación de que el partido había finalizado, como si no fuera a pasar nada, y hasta que no pita el árbitro siempre puede pasar algo», profundizó.
Al igual que han hecho varios integrantes de la plantilla durante la semana, el técnico hizo hincapié en la capacidad del equipo para mostrar su mejor versión en los momentos cruciales. «Nos tiene que reforzar y quitar esa sensación de presión, ansiedad y cierto nerviosismo, pero no nos tiene que relajar. Debemos ser conscientes de que siempre lo hemos sabido hacer pero tenemos que repetirlo», afirmó.
Para lograrlo, el catalán cuenta con varias bajas sensibles, aunque también podría recuperar a hombres importantes como Nacho. «Joaquín no está, Nacho está bastante bien y podría entrar, quizás es un poco ajustado pero tiene buenas sensaciones. Matheus y Ben Arfa siguen con su plan y van mejorando poco a poco. Raúl Carnero sí estará pero Antoñito tiene molestias en la parte lateral detrás de la rodilla: no tiene que ser nada grave pero tiene que parar tres o cuatro días. Hervías tuvo el otro día un pinchacito, pero está a punto», desgranó.
La que no fallará será la afición, a la que Sergio solo pide que acuda al campo y que «haga lo de siempre». «Que se entregue, que nos empuje, que nos lleve, que venga a apretar al rival y a nosotros… Es un partido importante, como el del Granada y el del Mallorca: si ganamos no estaremos salvados y, si perdemos, no estaremos descendidos, pero cogeríamos un punto de inflexión importante. Se vería la vida de otro color, con más oxígeno. Lo asumimos con plenas garantías de hacer un buen partido», apuntó.
En esa misma línea, el entrenador del Real Valladolid explicó que le gustaría que los mensajes fueran «positivos». «Vamos a tirar todos para adelante y a dejar los estigmas atrás porque necesitamos de la fuerza de todos. El año pasado el equipo se retroalimentaba con la afición y eso nos daba mucho empuje. Vamos a pensar también que nos vamos a salvar», animó.
Con todo, también reconoció que en los últimos minutos los partidos se ponen demasiado cuesta arriba para los blanquivioletas. «La realidad es que tenemos un cierto miedo, una cierta responsabilidad, un cierto temor. Tras robo ya no hacemos el pase con seguridad, no avanzamos con naturalidad y eso hace que vaya minando. Es cuestión de tener personalidad y gestionarlo», aseveró.
La posible baja de Raúl de Tomás, «sensible pero no definitiva»
Para Sergio González, el choque ante el Espanyol será especial por su pasado perico aunque, tal y como explicó, su mente no piensa en otra cosa que no sea la victoria del Pucela. «Soy del Espanyol, le tengo cariño, pero lo que quiero es que ganemos nosotros. Luego, le deseo lo mejor, y ojalá podamos salvarnos los dos», confesó.
Para el que también será un encuentro especial es para Raúl de Tomás, aunque su vuelta al José Zorrilla es una incógnita debido a las molestias que arrastra. Tanto si finalmente entra en la convocatoria como si no, los blanquivioletas preparan el choque esperando «la mejor versión» de los catalanes.
«Nos preparamos pensando que pueden contar con él y que no. Les da, sobre todo, gol, oxígeno, mucha profundidad cuando roban y presencia. Hace que los compañeros sean mejores porque saben que tienen un referente que lo va a hacer bien. Es una baja sensible, pero no definitiva, y tienen capacidad para solventarla. Wu Lei nos hizo buenas diagonales y nos rompía bien desde atrás: es un futbolista que nos puede sorprender», recordó Sergio.
Asimismo, no quiso confiarse con respecto al hecho de que los de Abelardo hayan disputado Europa League, ya que cree que «la liga es el alimento principal». «Estoy convencido de que el resultado no se va a volver a repetir y la primera oportunidad que tienen para solucionarlo es el partido del domingo. Nunca se sabe cómo les puede hacer daño: igual al principio les motiva y luego les hace más mella, o igual vienen más rebeldes», explicó.
Por último, el técnico analizó las virtudes del rival. «Abelardo ha generado un bloque muy compacto, con poca distancia entre las líneas. Van bien en los duelos individuales, en el juego aéreo y son muy importantes las transiciones. No tienen un fútbol muy combinativo, pero sí sencillo y eficaz. Ojalá podamos contrarrestarles y hacerles daño donde creemos que podemos lograrlo», finalizó.