El franco-tunecino dejó destellos de su calidad, mientras que el brasileño se ejercitó con el filial a las órdenes de Javi Baraja
Cuando uno es nuevo en un sitio, normalmente suele ocurrir lo mismo: primero, se es algo tímido, pero poco a poco, y según avanzan los minutos, uno se siente más cómodo. Y en el mundo del fútbol no iba a ser diferente. Ben Arfa y Lucas Freitas entrenaron este miércoles por primera vez con el primer equipo y el filial, respectivamente, del Real Valladolid, en sendas sesiones marcadas por la lluvia.
Con una braga para protegerse del frío, y rodeado de mucha expectación, el franco-tunecino saltó al césped natural de Los Anexos para comenzar la sesión con unas vueltas alrededor del campo. Más discreto fue el zaguero brasileño, que pasó sin hacer ruido hacia el campo de hierba artificial con el resto de jugadores del Promesas y con algún futbolista del División de Honor.
El internacional galo comenzó charlando con Enes Ünal y, entre sonrisas, empezó a aclimatarse y a sentirse a gusto. Tras unos rondos y unos ejercicios con sus compañeros, llegaron los mini-partidillos. Lo mismo le sucedía al ex de Flamengo en el entreno dirigido por Javi Baraja.
Son dos perfiles muy distintos de jugadores: mientras Ben Arfa, poco a poco, perdía la timidez y mostraba su técnica y velocidad, el brasileño hacía gala de su contundencia y sus incorporaciones al ataque. En medio, la grada de Los Anexos, que separaba las dos sesiones de dos jugadores tan diferentes.
El primero en terminar fue el entrenamiento del filial. En el camino hacia los vestuarios, varios jugadores se quedaron a observar las virguerías que hacía el mediapunta francés con un balón, incluido Freitas, que, asombrado, siguió su camino a las duchas. Bajo una fina capa de lluvia, finalizó también la sesión del primer equipo, en la que los destellos del primer fichaje estelar de Ronaldo hicieron las delicias de los aficionados que se atrevieron a acercarse hasta Los Anexos.
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