El técnico del CD Parquesol se mostró satisfecho del crecimiento del equipo y espera que el próximo encuentro ante el Pozuelo les dé la «tranquilidad» para «seguir trabajando como hasta ahora»
Si hay una palabra que defina los últimos encuentros del CD Parquesol Patatas Meléndez, esa es madurez. Su técnico, Rubén Jiménez, lo tiene claro: el equipo sigue creciendo, y la victoria ante el Zaragoza CFF fue una prueba más de esa evolución.
Pese a lo abultado del resultado (5-1), no fue un partido «plácido», aunque sí «controlado» por parte de las naranjas. «Las hemos desconectado del partido. Hemos sabido encontrar bien los momentos y que no enlazaran con las de arriba, que ha sido lo más peligroso que hemos tenido en contra, sobretodo los primeros minutos», explicó el madrileño.
En esa buena lectura tuvo un papel importante Sara Buitrago, que anotó los dos primeros goles. «Ha sabido leer muy bien los desmarques interiores entre las centrales y cogerles la espalda. Tiene esa arrancada que sirve para irse de la marca de la centra y definir. Las dos que ha tenido han ido para dentro, ha sido estupendo», alabó.
La ariete, al igual que el resto de atacantes, ha reaccionado «como el resto del equipo», siguiendo con esa línea general de crecimiento y madurez. «Han ido cogiendo la competición porque la definición se cobra más cara», apuntó Rubén.
Asimismo, el técnico del Parquesol celebró que tres de los goles del equipo se produjeran en jugadas a balón parado, un síntoma más de la evolución a lo largo de las jornadas. «Era de las cosas que echábamos en falta, algún córner o falta que de vez en cuando nos diera ese respiro. Notábamos que los equipos rivales no es que no te tomaran en serio, pero no trabajaban con la mismo intensidad, y ahora vamos a cambiar eso», afirmó.
Una de las claves de la línea ascendente en la que se encuentran las naranjas ha sido la «paciencia», necesaria para «coger los conceptos de la nueva categoría». «Ahora estamos encontrando el punto del Parquesol del año pasado, en el que había momentos en los que decías ‘controlo’. Antes estaba todo muy suelto y ahora ya controlamos fases de los partidos. Empezamos a ser un equipo maduro», subrayó.
En esa misma línea, Rubén Jiménez explicó que el crecimiento también ha sido consecuencia de asimilar «el ritmo de la competición». «Nos concienciamos del ritmo y la presión que teníamos que tener para estar cerca del rival y meter un poco más de intensidad, sobre todo en los momentos sin balón. Ahora nos dura un poco más la pelota, conseguimos tener más calma, temporizar y hacer valer nuestro juego. El crecimiento se nota sobre todo en las chicas: es una plantilla joven que puede estar compitiendo a un nivel más alto. Espero que nos salvemos y que las cosas vayan bien, porque vamos por el buen camino», deseó.
En esa salvación será clave lo que pase la próxima jornada, en la que el Parquesol recibirá al Pozuelo, que ocupa la penúltima posición y contra el que la victoria supondría aumentar el colchón. «Si ganamos, y en un supuesto de que perdiéramos todos los partidos, tendríamos once puntos de ventaja y ellas tendrían que hacer doce, porque el goalaverage cae de nuestra parte. Puede pasar que ellas saquen esos doce, pero es complicado, porque en la primera vuelta hicieron siete. Espero que ese partido nos dé la tranquilidad para mirar a otras cosas y seguir trabajando como hasta ahora, para seguir desarrollando el juego, que es lo que más nos interesa», finalizó.