Ünal y Sergi Guardiola tuvieron las ocasiones más claras, pero Osasuna, con un arreón final, obligó a los blanquivioletas a emplearse a fondo en defensa
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Trabajado empate el que sumó el Real Valladolid ante Osasuna en un campo difícil como El Sadar. Los de Sergio González llevaron la batuta durante varias fases del encuentro pero el cuadro navarro, con un arreón final, obligó a los blanquivioletas a bregar en defensa para mantener un valioso punto ante un rival directo.
El Pucela saltó al césped de El Sadar con varias novedades. La más notable, el cambio de esquema: el 5-3-2 sustituyó al tradicional 4-4-2, con Joaquín retrasado al centro de la zaga y San Emeterio, Alcaraz y Míchel en la medular. Asimismo, el recién llegado Raúl Carnero se estrenó como titular. Aunque los primeros compases fueron fríos, con poco fútbol, pronto quedó patente la importancia de la victoria y que ninguno le pondría las cosas fáciles al otro.
Así, el Chimy Ávila probó los reflejos de Masip, que repelió su disparo lejano y, acto seguido, fue Sergi Guardiola el que testó a Herrera, aunque la jugada había sido invalidada por fuera de juego del punta.
Sin un dominador claro del juego, poco a poco los de Jagoba Arrasate fueron generando más peligro. No tanto por la cantidad de llegadas como por la calidad de las mismas. Al filo de la media hora de juego, Adrián tuvo la más clara al quedarse solo delante del cancerbero blanquivioleta, que se hizo grande y tapó a la perfección los espacios.
Con todo, el Real Valladolid aguantaba bien, gracias, en buena medida, a la contundencia del centro de campo, en el que Alcaraz tomó el mando. Mientras, Antoñito y Raúl Carnero buscaban desequilibrar en las bandas y conectar con Guardiola y Ünal, que no pudieron traducir su voluntad y brega en ocasiones de gol.
El paso por vestuarios le dio una marcha más al Pucela, que salió decidido a imposibilitar que Osasuna desplegara su juego. Ünal, nada más reanudarse el encuentro, pudo abrir la lata, pero Herrera volvió a hacerse grande y a atajar el peligro.
Estaban mereciendo el gol los de Sergio González, que seguían encerrando atrás a los navarros. Alcaraz filtró un buen balón a la espalda de los centrales que cazó Sergi Guardiola. El balear corrió hacia el área rival pero, encimado por David García, su disparo picado para superar al guardameta se estrelló en el larguero.
Aun así, los de Arrasate pudieron dar un golpe sobre la mesa en un rapidísimo contraataque lanzado por el Chimy Ávila. El atacante se zafó de los zagueros y se plantó solo en el área pequeña, pero Salisu, providencial al corte, se lanzó abajo para despejar a córner.
A partir de ese momento, los papeles se intercambiaron, y fue Osasuna el que empezó a controlar la pelota, lo que provocó que el Pucela diera un paso atrás y se dedicara a defenderse con uñas y dientes. Así las cosas, los de Sergio González firmaron un trabajado empate ante un rival directo y suma 22 puntos antes de afrontar una semana de altura, con el desplazamiento a Tenerife para disputar la Copa del Rey y la visita del Real Madrid.