El Real Valladolid cierra la primera vuelta con 21 puntos, seis por encima del descenso, y afronta un segundo tramo de la temporada en el que deberá mostrar su mejor versión para certificar la permanencia
Foto: LaLiga
Si uno echa la vista atrás y compara la situación del Real Valladolid una vez finalizada la primera vuelta con la de hace un año, verá que las cosas no han cambiado demasiado. Al menos, no en lo referente a la clasificación y los números. Igual que en la campaña pasada, los de Sergio González son decimocuartos; este curso, con 21 puntos, uno menos.
La principal diferencia es el colchón sobre el descenso, más amplio en esta 2019/20. Así, el Pucela se encuentra seis unidades por encima del RCD Mallorca, decimoctavo, mientras que el año pasado estaba con solo tres de ventaja sobre el Rayo Vallecano. Todo ello, después de una primera vuelta marcada por la llegada de los refuerzos estivales, la renovación de los pilares del ascenso y las dudas de los últimos encuentros.
Fichajes con distinto resultado
Como ya es habitual, el verano volvió a ser una época de muchos movimientos en el José Zorrilla. A las obras acometidas en el coliseo blanquivioleta se sumó el tradicional ajetreo del mercado de fichajes, marcado por las cesiones, tanto de entrada como de salida.
De esto modo, mientras Caro, Chris Ramos y Moi Delgado buscaban minutos lejos de la ciudad del Pisuerga, los siete refuerzos estivales aterrizaban en Valladolid en forma de préstamo: Lunin, Javi Sánchez, De Frutos –los tres, procedentes del Real Madrid–, Pedro Porro, Fede Barba, Enes Ünal y Sandro Ramírez.
El balance de su primer tramo de temporada ha sido irregular. Mientras que los tres procedentes del club blanco apenas han tenido incidencia –Javi Sánchez arrastra una lesión que le ha impedido tener más participación–, los dos atacantes son los que mayor rendimiento han dado hasta la fecha.
Sandro rompió su maleficio de cara a puerta y, aunque no ha vuelto a anotar, su presencia en el campo es sinónimo de lucha y entrega. Un caso parecido es el de Enes Ünal, que en el último choque ante el Leganés marcó dos goles y puede ser la gran esperanza blanquivioleta en ataque.
Los que, por contra, no terminan de convencer son Fede Barba y Pedro Porro. El caso del italiano ha sido de los más comentados en los últimos días ya que, pese a que vino para reforzar el lateral izquierdo, su rendimiento en ese puesto no ha sido el esperado por Sergio, que ha optado por Moyano a pierna cambiada ante la ausencia de Nacho por lesión. Tal y como explicó Miguel Ángel Gómez, tanto él como su representante se plantearían salir en este mercado en busca de minutos. En el caso de Porro, la joven promesa del Manchester City tampoco acaba de carburar.
Un buen arranque que dejó paso a las dudas
Al Real Valladolid le tocó comenzar la temporada de un modo un tanto atípico, toda vez que las mencionadas obras en el estadio le obligaron a disputar los tres primeros partidos a domicilio.
Lo que a priori podía ser un obstáculo no lastró, finalmente, tanto como se podía pensar, y los blanquivioletas se llevaron una victoria del Benito Villamarín y arañaron un punto del Bernabéu.
Asimismo, una vez que el equipo pudo regresar a su feudo, hizo de este un fortín, del que solo el Sevilla pudo marcharse con un triunfo.
Sin embargo, la mayor parte de los puntos cosechados ante su afición corresponden a empates –seis–, y el Pucela solo ha sumado de tres ante los suyos en los duelos con el Eibar y el Mallorca. Precisamente, el duelo ante los bermellones fue el último en el que los de Sergio González se alzaron con la victoria.
Desde aquel tres de noviembre, hace ya dos meses, el cuadro blanquivioleta ha cosechado tres derrotas y cuatro empates. A esas dudas de resultados se unió la sequía goleadora, que se prolongó durante cinco partidos de liga, hasta el encuentro ante el Valencia.
Renovaciones de los pilares del ascenso
Durante toda la primera vuelta, y de manera paralela al desarrollo de la competición, la dirección deportiva ha abordado las renovaciones de contrato de los principales artífices del ascenso a Primera División. La pieza clave, la del entrenador, Sergio González, que amplió su vinculación con la entidad hasta 2022.
Hasta esa misma fecha también ha renovado Miguel Ángel Gómez, director deportivo, hace apenas unos días. Junto a ellos, seguirán de blanquivioleta, aunque hasta 2023, Toni, Anuar y Alcaraz, en una clara apuesta por la cantera, en el caso de los dos primeros, y del bloque que consiguió el tan ansiado regreso a la élite.
Además, sobre la mesa del andaluz están las renovaciones de hombres importantes, tanto en el presente como en el futuro blanquivioleta. Es el caso, entre otros, de Miguel y Salisu, cuyas ampliaciones de contrato serán las próximas que se abordarán.
Pendientes del mercado para mejorar
La intención del Real Valladolid en este mercado invernal, tal y como han explicado desde el club en reiteradas ocasiones, es aligerar plantilla. Con todo, la citada lesión de Nacho, más grave de lo que en un principio parecía, ha dejado al descubierto las carencias en el lateral izquierdo, por lo que reforzar esa posición se ha convertido en una prioridad.
Con todo, la dirección deportiva no cierra la puerta a posibles llegadas si la situación es propicia y permite a la plantilla dar un salto de calidad. Además, el club sigue trabajando en las cesiones de aquellos que cuentan con menos minutos, para que puedan tener más oportunidades en el segundo tramo de la competición.
El caso más avanzado es el de Luismi, cuyo préstamo al Real Oviedo está pendiente de la pertinente autorización de LaLiga. Junto a él, el que más papeletas tiene para irse, también cedido a un Segunda, es Aguado. Al que parece que se le cierra la puerta de salida es a Lunin, ya que Miguel Ángel Gómez aseguró que el club cuenta con él.