El técnico del Real Valladolid explicó que pospone las conversaciones sobre posibles salidas a «la semana que viene» y destacó la importancia del apoyo de la afición para un partido que «puede marcar un antes y un después»

Foto: Real Valladolid
El Real Valladolid continuó en la mañana de este jueves con la preparación para el encuentro ante el Leganés. Lo hizo sobre el césped del José Zorrilla en una sesión en la que Sergio González no pudo contar con los lesionados Nacho, Javi Sánchez y Stiven Plaza.
Tras el entrenamiento, el técnico compareció en sala de prensa para analizar el primer enfrentamiento de 2020 y explicó que, en función del rival, pueden introducirse distintos matices en el planteamiento.
«Estamos en ese camino, buscando la mejor versión de cada uno para conseguir el mejor equipo en cada partido. Focalizamos la energía en nosotros y en el rival, buscando sus puntos fuertes, y valoramos cuál es el mejor once. Buscamos el futbolista que esté en mejor estado de forma para sacarle el mejor rendimiento y que el equipo así lo note», apuntó Sergio.
Por la cabeza del catalán no pasa nada que no sea «ganar» al conjunto pepinero, por lo que aplaza las valoraciones individuales ligadas al mercado invernal para la próxima semana. «Lo principal es el partido. La semana que viene tenemos muchos días para hablar con los futbolistas de las posibles opciones de salida. Ahora solo pienso en cómo hacerles daño y prepararnos para un partido tan importante y difícil», subrayó.
Sobre el rival, Sergio González alabó el trabajo de Javier Aguirre, que «ha dado con la tecla» y ha convertido al cuadro madrileño en «un rival peligroso». «Transmite energía, tranquilidad y es muy visceral. Es un grandísimo entrenador, tanto por sus conocimientos como por cómo transmite y mete esa energía a los futbolistas. Desde que ha llegado, el equipo cree más en sus posibilidad y entiende la manera en la que tiene que jugar. Nos encontraremos con el mejor Leganés», avisó.
En esa misma línea, el técnico del Pucela desgranó las claves del juego del rival. «Son muy fuertes en las transiciones tras robo; cuanto menos perdamos en esa zona, mucho mejor. Tienen la opción de los dos carriles, muchos centros laterales… Sabemos que tenemos que tener la pelota pero sin volvernos locos: hay que trabajarlo poco a poco, sabiendo que ellos están con la pistola preparada si te roban. Ellos se encuentran muy cómodos sin balón pero eso no puede desesperarnos ni sacarnos del partido. También sabemos que al Pichu Cuéllar le gusta manejar los tiempos en la portería y el balón parado será muy importante», afirmó.
Una de las bazas con las que contará el Real Valladolid será la afición, toda vez que el club ha colgado el cartel de ‘no hay billetes‘. «Vamos a hacerlo bien, pelearlo y competirlo bien. El partido va a ser muy complicado, la gente ha dado un paso adelante y los futbolistas saben la responsabilidad que tienen. La asumimos y la gestionamos. Sabemos que es un partido que puede marcar un antes y un después: no es determinante pero puede ser un balón de oxígeno para todos», reconoció.
Asimismo, Sergio destacó el ambiente «extraordinario», «el de las grandes citas», que se vivirá durante los noventa minutos. «Los futbolistas van a darlo todo por conseguir esa sonrisa. Va a ser un partido difícil, que nadie piense que se va a ganar inmediatamente porque hay que madurarlo, pelearlo y trabajarlo. Habrá fases del partido en las que no nos encontremos a nosotros mismos y ahí es donde me gustaría que estuviéramos todos convencidos de que lo vamos a sacar. Cuando el equipo va en la ola buena es mucho más sencillo, por eso insisto en que, en los tramos menos buenos, la gente aparezca todavía más para minimizarlos o hacerlos más cortos», finalizó el técnico.