El delantero firmó el doblete con el que el Real Valladolid doblegó al Atlético de Pinto en el último encuentro de 2019

Foto: Juan Díez
No diga gol, diga Slavy. El delantero del Real Valladolid de División de Honor continúa a un nivel estratosférico, y prueba de ello fue el choque de este domingo, en el que un doblete suyo permitió a los de Ricardo López doblegar al Atlético Pinto y acabar el año asentados en la tercera plaza.
Con todo, y pese a que el marcador final pueda hacer pensar lo contrario, fue una victoria trabajada, en la que los blanquivioletas tuvieron que ser pacientes y no precipitarse con el balón para lograr los tres puntos.
Asimismo, las inclemencias meteorológicas y lo incómodo del rival hicieron que el encuentro caminara por el terreno de la brega y, en ocasiones, de la indeterminación, pues el Divi no consiguió materializar su claro dominio en ocasiones.
El Pucela comenzó dominador, teniendo la pelota, y a los seis minutos ya mandaba en el marcador. En un balón profundo, Casado sobre la línea, sacó un buen centro con la izquierda que Slavy, tras imponerse a los centrales, cabeceó al fondo de la red.
Acto seguido, Torres, con una semi volea, intentó aumentar las distancias, pero su disparo se marchó fuera. Parecía que iba a ser una tarde plácida en Los Anexos, pero nada más lejos de la realidad. Los madrileños, bien plantados en el campo con un 4-1-4-1, plantearon una línea defensiva adelantada para poder defender lejos de su área.
A eso se sumó la figura de Anderson, que impedía que el Divi pudiera jugar fluido en tres cuartos. Aunque Maroto y Javi Díez controlaban el esférico, la presencia del ‘6’ impedía que pudieran conectar con los dos hombres de ataque.
Con todo, el delantero oscense seguía a lo suyo y, diez minutos después del tanto, armó un potente disparo que se estrelló en el larguero. El 2-0 hubiera provocado que el Pinto se abriera más, cambiando el guion, pero, por contra, su planteamiento batallador provocó que hubiera poca continuidad en el juego, lo que hizo que los blanquivioletas se precipitaran y jugaran mucho en largo.
En el último tramo del primer acto, los madrileños tuvieron un poco más la pelota, aunque sin demasiada fluidez y sin generar ocasiones de peligro. Esto último fue, en gran medida, debido a la solidez defensiva de los de Ricardo López, que consiguieron impedir que la portería de Maxi se viera amenazada.
Tras el paso por vestuarios, el Real Valladolid recuperó el mando del juego, pero no fluyó demasiado. Entre medias, el ganador fue Slavy, que tiró del carro tanto por condiciones físicas como por su capacidad de generar peligro. Aun así, Carrión no lograba conectar demasiado y Castri tampoco acababa de sentirse cómodo, por lo que el partido se dejó llevar por la brega, muchos balones aéreos y constantes interrupciones.
Torres, tras un pase excepcional de Maroto, pudo aumentar la renta y, acto seguido, Slavy, forzado, lanzó con la derecha después de cazar un envío del propio Maroto desde el balcón del área que obligó al guardameta a intervenir para despejar a córner. Entonces, llegó la acción que lo cambió todo.
La lesión de Anderson inclinó la balanza a favor del Divi
Corría el minuto 68 cuando Torres y Anderson saltaron a la disputa de un balón y se dieron un tremendo golpe que se saldó con un aparatoso vendaje y seis grapas para el blanquvioleta. Poco después, el mediocentro del Atlético Pinto tuvo que retirarse lesionado.
Para entonces, el Real Valladolid ya había conseguido perforar otra vez la meta de Dani. Nada más reanudarse el choque, el conjunto madrileño salía con el balón jugado cuando Torres recuperó el balón en el centro del campo y provocó una rápida acción en la que, junto a Slavy, encararon al último defensa y al cancerbero. El ’10’ se la cedió al punta, que no falló en la definición.
A partir de ahí, el Pinto bajó los brazos y Ricardo López movió el banquillo. Los cambios le dieron un plus en ataque y circulación, con Cerro dándole mayor fluidez. Así, el Divi comenzó a atacar rápido y, aunque las jugadas acabaron con centros laterales o imprecisiones en la definición, generaron sensación de peligro.
El único arreón de los madrileños llegó en el 89′, en una acción en la que Yañez se apoyó en un compañero y, cuando iba a disparar, Amoah apareció providencial para desbaratar la ocasión. Diez minutos antes del 2-0, el propio Yañez había probado fortuna con un tímido disparo que no generó peligro.
Así las cosas, el Real Valladolid de División de Honor termina 2019 con una nueva victoria, gracias a un encuentro trabajado que desatascó Salvy, lo que le permite terminar el año en tercer posición.
Real Valladolid: Maxi; Iker, Amoah, Palomeque, Casado; Carrión (Diego Iglesias, min. 79), Javi Díez, Maroto (Alvi, min. 75), Castri (Cadaveira, min. 75); Torres (Cerro, min. 75) y Slavy.
Atlético de Pinto: Dani; Pablo, Felipe, Albalat, Iván; Anderson (Diego, min. 73); Lolo (Alfonso, min. 84), Trujillo (Javi, min. 41), Yañez, Roberto (Sebas, min. 75); y Steven.
Goles: 1-0, min. 6: Slavy; 2-0, min. 73: Slavy.
Árbitro: López Lavín, del colegio castellano y leonés, asistido en bandas por López Lavín y Lorenzo Calvo. Amonestó a los locales Maroto, Alvi y Amoah y a los visitantes Lolo y Javi.
Incidencias: Partido correspondiente a la decimosexta jornada del grupo V de División de Honor, disputado en Los Anexos.