El técnico del Real Valladolid de División de Honor explicó que los blanquivioletas trabajan «concienzudamente cada semana» y que el objetivo es «seguir formando a los jugadores»

Foto: Javier Canal
La victoria por tres a dos del Real Valladolid de División de Honor contra el Getafe CF supuso una liberación para el cuadro blanquivioleta que llevaba cinco partidos sin ganar. Asimismo, se vio la fuerza del grupo a la hora de conseguir remontar un partido que se complicó en demasía.
El Pucela demostró las ganas que tenía por lograr la victoria ante el cuadro azulón.
«Nos adelantamos en el marcador y tras, sus dos goles, hemos seguido creando juego y oportunidades. Al final, hemos creído y se ha conseguido remontar», comentó Ricardo tras el encuentro.
De igual forma, con estos tres puntos los blanquivioletas se convierten en el tercer clasificado del grupo V. «En el fútbol nadie te regala nada. Después del varapalo, los chicos se han unido en el vestuario y eso dice mucho del espíritu del equipo», explicó.
Por otro lado, el técnico del Pucela indicó cuál es su método de trabajo. «Durante la semana trabajamos concienzudamente, sea el rival que sea. A final de año ya veremos dónde estamos, pero lo importante es trabajar con humildad y seguir formando a los chavales«, subrayó.
El partido estuvo marcado por las rojas, pero el primero en verla fue el técnico madrileño. «El árbitro vino a mí porque protesté y me dijo que me callara la boca. Yo le respondí que tratara con respeto y que tuviese cuidado. Él lo ha tomado como una amenaza y decidió expulsarme«, expuso.
Por último, el técnico blanquivioleta señaló qué fue lo que pasó al final del choque. «Yo fui a darle la mano a un jugador suyo y me negó el saludo. Lo cogí y le dije que me diera la mano. Entonces vinieron a por mí sus compañeros cuando lo único que quería era hacer los mismo que hacemos siempre», sentenció.