El zaguero era, hasta hace siete días, el segundo de Santi Sedano. Ahora, vuelve a calzarse las botas para «ayudar» a un equipo que «siempre ha sido una segunda casa»

Foto: CD Becerril
Dicen que la vida cambia cuando uno menos se lo espera. Un instante, una acción, una palabra son suficientes para dar un giro de 180 grados a todo lo que conocíamos. Pero la vida también va de eso, de adaptarse a los bandazos y seguir luchando. De resiliencia, al fin y al cabo.
De ello puede dar buena cuenta Joni, zaguero del Atlético Tordesillas, que ‘redebutó’ el pasado fin de semana con el conjunto rojiblanco. La suya es una historia particular, más propia de los patios de colegio en los que, a buen seguro, dio sus primeras patadas a un balón.
Comenzó la temporada siendo el segundo de a bordo del técnico, Santi Sedano, pero la situación de los tordesillanos y, especialmente, los problemas en la zaga, le hicieron dejar la pizarra y volver a ponerse las botas.
Fue una opción de la que ya se habló «en verano», aunque finalmente se terminó declinando. Ahora, Joni vuelve al barro para «ayudar» a un equipo en el que «siempre» le han acogido como en una «segunda casa».
«Durante las últimas semanas, Santi y yo hablamos de que podía ser una posibilidad, no tanto por el fútbol, si no por el estado de ánimo y la experiencia que pueda aportar. Me he animado y quiero aportar mi granito de arena», explica Joni.
Con su regreso a los terrenos de juego, la función de segundo entrenador «pasa a un segundo plano» y se torna en una «misión de comunicación entre el cuerpo técnico y el equipo». «Por ética futbolística no puedo compaginar realmente ambas tareas. Mi objetivo es ayudar al equipo de la mejor manera que pueda y sepa, dada mi experiencia, desde donde Santi considere oportuno; bien desde dentro del campo, desde fuera o desde la grada».
El vallisoletano asegura que el cambio no le afecta a la hora de recibir las instrucciones del que, hasta hace apenas una semana, era su compañero de banquillo. Lo importante, subraya, es «sacar adelante una situación que ha venido un poco por sorpresa». «Ahora ya no voy a dar indicaciones, las voy a recibir. Como siempre, lo haré de buen agrado y pensando que cuando se te dan o cuando las das es para ayudar y mejorar. Sabíamos que iba a ser un año complicado por cómo se habían reforzado los equipos de arriba», reconoce.
En esa misma línea, Joni apunta que la relación con sus compañeros es «exactamente la misma», ya que tenía «muy buena relación con todos» y se considera una persona «muy cercana». «No creo que la relación cambie en absoluto. He intentado ayudarles en lo que podía y ahora, desde dentro del campo, lo seguiremos manteniendo. La única diferencia es que, en vez de cambiarme en otro vestuario, me cambiaré con ellos», bromea.
Un regreso a los terrenos de juego por todo lo alto

El ‘redebut’ de Joni con el Atlético Tordesillas no pudo ser mejor: triunfo por cuatro a cero ante el Becerril y fin a la racha de siete derrotas consecutivas. Aunque los rojiblancos siguen en la parte baja, volver a sumar de tres supone un punto de inflexión a nivel anímico. «Es una victoria que, más que por el resultado o por los puntos, te hace cambiar una dinámica negativa. Anímicamente nos ha dado moral para afrontar esta semana y disfrutar el trabajo de otra manera», afirma.
Con todo, el vallisoletano no pierde de vista «la realidad». «Los resultados no nos estaban dando el reflejo de cómo entrenábamos o cómo jugábamos. Llevábamos siete partidos seguidos perdiendo, pero sabíamos que, en muchos de ellos, no habíamos merecido perder. Seguimos en puestos de descenso y hay que seguir trabajando como lo estábamos haciendo».
Si bien durante casi toda su carrera ha actuado como defensa, tanto en los laterales como en el centro, ante el conjunto palentino, Joni actuó como mediocentro defensivo. Una posición que no le es extraña y a la que se puede adaptar gracias a la «experiencia» acumulada.
«Muchas veces no se trata de cómo juegas, si no de cómo interpretas el fútbol. Era un partido en el que había que ganar, que requería que no sufriéramos mucho, que no nos crearan ocasiones de gol… La ventaja que te da la edad es que ganas experiencia e interpretas mejor las situaciones, juegues donde juegues», esgrime.
Precisamente, esa veteranía contrasta con la juventud de los cedidos por el Real Valladolid, sobre los que Joni asegura que tienen «unas condiciones técnicas y físicas súper buenas». «Están en el periodo de adaptación por el que hemos pasado todos al salir de una categoría juvenil y encontrarnos en Tercera o Segunda B. Normalmente, cuando los resultados son positivos, la adaptación es más rápida, pero en situaciones como las del Tordesillas el aprendizaje es mayor. Les falta ganar un poco de experiencia y de entender la categoría, pero eso lo dan los partidos y los golpes como los que hemos recibido».
Esos golpes son los que el Atlético Tordesillas quiere dejar atrás. Pese a las dificultades, los jugadores «nunca» han dejado de «confiar» en sí mismos. «Veíamos que, algún día, tenía que llegar la recompensa al trabajo del día a día. Veo al equipo bien, el objetivo es, fin de semana tras fin de semana, intentar puntuar y ganar partidos para salir de esta situación», finaliza. Porque no importa cuántas veces la vida se empeñe en cambiar el guion: el trabajo bien hecho siempre da sus frutos.