El club conquense, entrenado por el vallisoletano, se enfrenta este miércoles a El Álamo en la eliminatoria de acceso a la primera ronda de Copa del Rey. Si pasa, su rival sería un Primera, algo soñado por cualquier Tercera
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Foto: Andrés Parra
La vida es cuestión de tener sueños. Si puedes soñarlo, puedes hacerlo, que diría Walt Disney. Sueños que a veces parecen imposibles o que se ven muy lejos, pero que a base de constancia, esfuerzo y trabajo se consiguen.
Quizá, por qué no, también de tener una serie de factores que favorezcan ese cumplimiento. Algo así es lo que ha sucedido al CD Pedroñeras en los últimos meses. Ascenso a Tercera División, campeón territorial en verano y, por la configuración del nuevo formato de Copa del Rey, equipo que entra a disputar el Torneo del KO.
El vallisoletano David Rodríguez es el entrenador de este equipo conquense. Este miércoles, club, municipio, jugadores y cuerpo técnico se encontrarán un poquito más cerca de hacer historia por poder disputar la eliminatoria de acceso a la primera ronda de Copa del Rey.
«La oportunidad de poder disputar un partido de este nivel y a lo que puede tener acceso el equipo te hace estar súper ilusionado, súper ambicioso y súper responsable, puesto que es una ilusión de todo el pueblo», explica el joven técnico, que llegó a la entidad este pasado verano.
En caso de ganar y eliminar a El Álamo, el CD Pedroñeras se enfrentaría sí o sí a un conjunto de Primera División, algo que, sin duda, genera expectación y ganas a partes iguales. «La ilusión y ese impulso económico, aunque no son cantidades muy altas, pero puede venir muy bien para el presupuesto de la temporada. Es hacer historia, estar en el primer formato de Copa, recibir a un equipo de Primera y vivir un día de fútbol profesional«, comenta soñador el técnico ajero.
Quizá sea vender la piel del oso antes de cazarla, pero como la vida está hecha de sueños, hay que soñar muy grande para poder conseguir éxitos. Puestos a pedir, y siempre en caso de pasar, quieren «un equipo con el mayor nombre posible», aunque por motivos del formato, no les puede tocar ningún equipo Champions. Por motivos personales, querría al Real Valladolid. «Podría tocarnos el Pucela. Por el hecho de que yo haya estado en el club y me haya criado allí podría ser un poco anecdótico», comentó.
Pero partido a partido, que diría ‘El Cholo’. De momento, el encuentro ante El Álamo es lo único que existe en el vestuario y ya quieren vivirlo como una fiesta. «Es una oportunidad de vivir una competición que vemos siempre por la tele, de crecer, de darte a conocer, de ponerte en el foco del fútbol profesional por un día y ojalá que no sea el único partido de Copa que disputemos«, confiesa un David que ha preparado a conciencia este encuentro.
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El fútbol profesional, el objetivo de David Rodríguez
El vallisoletano es el entrenador más joven de categoría nacional. Ahí es nada. Con veintisiete años tiene la suerte de poder decir que dirige a un equipo que lucha por la salvación en Tercera, pero que compite en «un torneo nacional de tanta repercusión», algo que, para quien quiere vivir del fútbol, es un paso más en un camino largo e intenso.
Este camino ya lo tuvo claro desde hace años, pero que en el último se focalizó para lograr lo que quería. «Decidí apostar por esto, sobre todo el último año, dejé mi trabajo, vinculado al mundo de la banca y apostar al cien por cien por esto», relata el técnico ajero. Otros equipos se fijaron en él este verano, pero se decidió por el conjunto conquense por muchas razones, por ser un club «muy familiar», «un bloque» y, como es evidente, por poder disputar en verano ya otra eliminatoria de Copa del Rey.
Quién se lo iba a decir a este vallisoletano que empezó a entrenar muy joven a vestuarios compuestos por jugadores que, en muchas ocasiones, le sacaban y le sacan varios años. Con veintiún años entrenó al San Agustín, porteriormente al Betis y ha formado parte de las categorías inferiores del Real Valladolid.
Por todo eso, asume con naturalidad el tema de la edad y simplemente da importancia a lo que hay que dársela. «Aplicar tu conocimiento, tu forma de ser, tu manera de gestionar un grupo… Somos seres humanos, hay que gestionar bien el grupo y los egos y, a partir de ahí entrenar con tu metodología», analiza.
Aceptó el reto de entrenar en Tercera con «bastante madurez personal y deportiva» y siendo consciente de que la edad puede ser un hecho diferenciador para bien. «Para ellos es un perfil diferente a lo que han tenido pero lo agradecen, creo que soy un entrenador en el que pueden ver esa cercanía por edad, por conocimiento y formación. Sigo aportando y dando un punto de vista más actual y moderno al fútbol y también lo agradecen», añade.
Pero no es el único vallisoletano en Las Pedroñeras. Su segundo, Manu Olivas, es exentrenador del Juvenil del Parquesol. Olivas, al igual que David, quiso salir de su zona de confort y aceptó «el reto» que le propuso el propio David (que también juega el papel de director deportivo) para que fuera su segundo entrenador y formar este tándem. Y si hablamos de coger las maletas para disfrutar del fútbol, también hay que hablar de Fer Sánchez, exjugador del Parquesol Juvenil y posteriormente del Zamora y actual futbolista ajero que, en palabras de su técnico, «está feliz en un contexto diferente al de temporadas pasadas».
Con los pies en el suelo, la tranquilidad de haber trabajado el partido como el que más y esa sensación de saberse escritores de una línea en la historia del CD Pedroñeras, que nació en 1964, jugadores, cuerpo técnico y afición, esperan seguir soñando despiertos un poquito más.