El conjunto de Sergio González encaja el mayor número de goles a domicilio en los últimos compases de juego

Foto: LaLiga
El Real Valladolid afronta el parón liguero con un sabor agridulce. Agrio por la derrota cosechada por tres goles a cero el pasado sábado ante el Deportivo Alavés y dulce por sus diecisiete puntos, que le sitúan en decimotercera posición, a ocho unidades del descenso.
Si algo está perjudicando al Pucela lejos del José Zorrilla es el hecho de encajar goles en los minutos finales. Entre los minutos 75 y noventa, los vallisoletanos han recogido el balón de su portería en seis ocasiones, mientras que han marcado en tres.
Controlar la ansiedad sigue siendo una de las asignaturas pendientes del plantel blanquivioleta. Mendizorroza fue la excepción porque los goles de los alaveses Joselu y Tomás Pina llegaron antes de la media hora de juego.
Este dato rompe las estadísticas ya que, transcurridas las primeras trece jornadas ligueras, el Real Valladolid solo ha encajado dos goles entre el minuto quince y el treinta, y fue precisamente ante el conjunto albiazul.
Lo cierto es que el Pucela recibe el doble de goles que los marcados a domicilio, aunque hay que hacer hincapié en que cinco de las quince dianas encajadas fueron ante el FC Barcelona. En dicho encuentro se vio a un Lionel Messi pletórico e imparable, que hizo lo que quiso con la pelota, y ante ello nada pudieron hacer los chicos de Sergio González.
Durante el parón de selecciones, el Real Valladolid tiene una oportunidad para trabajar en pos de cambiar esta mala dinámica de goles encajados y volver a mostrar su mejor versión, con la que pasó por encima del Real Betis en el Benito Villamarín y plantó cara al Real Madrid en el Santiago Bernabéu.