El cancerbero del Real Valladolid respondió con hechos positivos a las críticas que recibió por parte de un sector de la afición que pedía una rotación en la portería

No cabe duda de que una de las posiciones más difíciles del fútbol es la figura del portero. Y es que por muy correcto que haya estado durante el transcurso de un partido, si comete un error, es ese fallo es el que se queda en la retina del espectador y el guardameta se convierte así en el receptor de todas las críticas.
Esta fue la situación que vivió Jordi Masip a tenor del enfrentamiento ante el Granada CF. Después del encuentro, varios aficionados pedían un cambio en la portería con la titularidad de Andriy Lunin; no obstante, Sergio González decidió mostrarse fiel al catalán y manifestó que seguía confiando en él.
Si nos referimos a números, el Real Valladolid se encuentra en la cuarta posición en una clasificación de los equipos menos goleados de la liga con nueve tantos encajados empatado con el Real Madrid y el Alavés, la diferencia es que en el Valladolid solamente ha jugado Masip mientras que los otros dos equipos han echado mano de dos porteros en estas primeras nueve jornadas.
La actuación del arquero blanquivioleta ante el Athletic de Bilbao, donde devolvió al míster la confianza que depositó en él y acalló las críticas negativas que surgieron anteriormente, fue una prueba más de que no debe ser crucificado y debe seguir disputando minutos.
Hasta el propio Lunin, quien todavía no ha debutado en partido oficial con el Real Valladolid, reconocía en una entrevista reciente el buen nivel de Masip y del equipo en general y que aún le queda trabajo por delante, en ésta declaraba que “en el Valladolid hay jugadores de alto nivel, el ritmo del entrenamiento es muy difícil y hay una gran velocidad, pero para el desarrollo es bastante bueno”.
Lo que está claro es que mientras el joven portero ucraniano sigue mejorando y cogiendo experiencia, la portería del Real Valladolid está en buenas manos. Jordi Masip ha demostrado que es una de las piezas clave que le hace falta al conjunto blanquivioleta para acercarse a su objetivo, ya que ha demostrado que, aún bajo la presión de las acusaciones de la grada, sabe mantenerse firme, da el callo y es capaz de ayudar al equipo cuando más se le necesita.