Desde que Sergio González llegó al banquillo, el Pucela nunca había visto tantas tarjetas amarillas
El Real Valladolid plantó cara a uno de los gigantes de LaLiga Santander y pudo sumar un valioso punto ante el Atlético de Madrid, equipo que tiene entre sus principales aspiraciones lograr el título de campeón de la competición. Los pupilos del Cholo Simeone fueron incapaces de encontrar huecos entre el muro defensivo blanquivioleta, que se mostró sólido, solvente y seguro.
La intensidad entre ambos conjuntos fue más que obvia desde el inicio del partido y se vio reflejada en la cantidad de amonestaciones. José María Sánchez Martínez, colegiado del encuentro, llegó a sacar hasta en once ocasiones la tarjeta amarilla de su bolsillo.
El equipo más perjudicado fue el Pucela, que se llevó un total de siete cartulinas amarillas: seis a jugadores –Nacho, Toni, Moyano, Óscar Plano, Joaquín y Waldo– y una a Sergio González. Así, el choque es el primero de la temporada en el que el cuadro blanquivioleta acaba con tantos amonestados.
El técnico incluso bromeó en rueda de prensa sobre su inexplicable sanción, que tuvo su origen en una disputa de balón entre Waldo y Trippier en banda y que casi acabó con él mismo en el suelo.
«Creo que la amarilla que me mostró el colegiado no es porque casi me revientan», apuntó. Por su parte, los rojiblancos abandonaron el José Zorrilla con cuatro amonestados –Morata, Saúl, João Félix y Lemar–.
El encuentro ante el Atlético de Madrid es, junto al del Betis de la primera jornada, el partido en el que más amarillas se han mostrado a jugadores pucelanos en la primera parte, con un total de tres tarjetas en ambos casos. Durante el primer acto ante los colchoneros, y en apenas media hora, Nacho, Toni y Moyano fueron apercibidos por el árbitro murciano. Además, es el choque en el que más amonestaciones han visto los blanquivioletas desde que Sergio González es entrenador del Real Valladolid.
El juego limpio y respetuoso es una de las virtudes del Pucela. De hecho, desde que el catalán llegó al banquillo, ningún futbolista ha sido expulsado.
Para encontrar el último partido en el que el conjunto vallisoletano acabó con un hombre menos hay que remontarse al 31 de marzo de 2018, cuando los blanquivioletas doblegaron al Reus por 1-0. En aquella ocasión, Kiko Olivas tuvo que abandonar el terreno de juego en el minuto 59 tras ver la segunda amarilla por mano.
Por aquel entonces, el Real Valladolid se encontraba en Segunda División y fue el penúltimo encuentro de Luis César Sampedro en el banquillo. Por su parte, la escuadra catalana también acabó con diez por doble amarilla a Vítor Silva en el 92′ por protestar.