El Pucela consiguió un valioso empate ante los colchoneros en un partido marcado por las numerosas cartulinas amarillas que se mostraron

11 años, 4.040 días, 96.960 horas, 5.817.600 segundos. Mucho tiempo ha transcurrido desde el 13 de septiembre de 2008, momento en el que el Real Valladolid consiguió puntuar ante el Atlético de Madrid por última vez. Aquella tarde, Javi Baraja, actual entrenador del Promesas, marcó el dos a cero desde los once metros. Aunque el ‘Kun’ Agüero intentó recortar distancias, los blanquivioletas aguantaron estoicos y se llevaron los tres puntos.
A diferencia del año pasado, esta vez el VAR sí que le dio a los de Sergio González un penalti. Sandro pudo ser el Baraja de esta temporada y darle los tres puntos a los suyos; sin embargo, el insular mandó el balón a las nubes tras golpearle mal y el equipo consiguió un empate. El punto logrado ante los colchoneros es la mejor traducción del esfuerzo y el planteamiento del catalán, que este domingo logró que los suyos pusieran fin a una racha de ocho derrotas consecutivas frente a los rojiblancos.
Prueba de ello es el esquema empleado, que sirvió para neutralizar a jugadores clave como João Félix, El portugués se mostró desencantado con el cambio y con la poca participación en el juego que tuvo durante la hora que estuvo en el campo.
En cambio, el Pucela alarga otra racha, en este caso negativa. Desde que el ‘Cholo’ Simeone cogió las riendas del equipo el 23 de diciembre del 2011, los vallisoletanos no han conseguido ganarle y todavía no saben lo que es quitarle los tres puntos al argentino.
Además de la unidad conseguida, los vallisoletanos también se llevan siete cartulinas amarillas, seis a los jugadores y una a Sergio. Por su parte, los madrileños vieron cuatro en uno de los partidos en el que más tarjetas se han mostrado de los últimos años.
Por otro lado, el resultado ha supuesto una gran noticia para los zagueros y para Masip. Tras la victoria de cero a dos ante el Espanyol, unida a este empate por cero a cero ante el Atleti, hace que el Real Valladolid lleve 180 minutos sin saber lo que es encajar un gol.