El técnico del Real Valladolid valoró muy positivamente el triunfo ante el Espanyol y criticó el horario del partido, en el que el calor volvió a ser la nota negativa
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Foto: LaLiga
El Real Valladolid logró tres valiosos puntos en el campo del Espanyol ante un rival directo y tocado, que no termina de cuajar en su casa. Sergio Gonzaélz, técnico blanquivioleta, reconoció que a los suyos les pasa lo mismo en Zorrilla.
«Cuando planteamos los partidos intentamos acertar en el plano ofensivo y minimizar lo que ellos hacen en ese aspecto. Han sido mejores del cinco al dieciocho porque no hemos sabido frenar su inicio de juego, pero después hemos crecido. En la segunda parte ha estado igualado y la expulsión de Calero ha sido determinante. En cómputo general la victoria es más que justa».
Por eso, el catalán consideró que los tres puntos son «muy importantes» en un choque en el que los futbolistas «se han levantado» después de la derrota frente al Villarreal y el empate ante el Granada. «Esto nos da un respiro para ser nosotros y seguir adelante«, apuntó.
Segunda victoria de la temporada y segunda victoria lejos del José Zorrilla. A este respecto, el técnico catalán añadió que «jugar en casa tiene una responsabilidad mayor» pero que tienen que aprender a gestionar «ese aspecto» para que no afecte tanto al desarrollo del juego.
Lo que sí les afectó este domingo fue el calor que hacía en Barcelona y Sergio fue crítico con el horario y lo poco que se mima al futbolista en este aspecto. «A estas horas no sé si es bueno jugar, el calor no premia al futbolista y han acabado reventados y deshidratados. Creo que hay que tenerlo en cuenta para estas cosas», subrayó.
El cuerpo técnico blanquivioleta no quiere correr ningún riesgo y es por ello por lo que optó por cambiar a Salisú después de que notara molestias. Sergio tranquilizó a la afición al explicar que solo fue «por prevención» y destacó «la fuerza del grupo». «Joaquín ha salido y ha estado muy acertado, es un profesional de la hostia y si no juega es por circunstancias», explicó.
Por último, el míster pucelano agradeció a la parroquia del Espanyol el detalle de que sacaran una pancarta con su nombre y todo el estadio le aplaudiera. «El cariño de la gente siempre lo noto en la calle, pero el manifiesto de hoy me ha puesto los pelos de punta», concluyó.