El entrenador del Real Valladolid confirma con un no rotundo que no dará paso a Lunin en el lugar de Masip, pese a las críticas posteriores al gol del Granada

Sergio González nunca ha sido amigo de dar pistas a los rivales, y aunque el siguiente sea ‘su’ RCD Espanyol, para el encuentro de este domingo no iba a ser menos. El entrenador del Real Valladolid compareció este viernes en sala de prensa sin ganas de desvelar sus bazas para el partido de Cornellà-El Prat, pero ante las dudas que los malpensados podían tener con respecto a la portería fue claro: seguirá jugando Masip.
El técnico respondió con un rotundo «no» cuando fue preguntado por si hará cambios en la posición después de que las críticas –sobre todo desde Madrid– arreciasen contra el guardameta catalán por su error en el gol del Granada. Así, a Lunin le tocará esperar (como a sus defensores). Más allá, se prevé que haya algún cambio para intentar dañar a los blanquiazules y porque el propio Sergio desveló que algunos realizados en los dos primeros envites de estos días sucedieron para mantener fresco a plantel.
El Espanyol ha tenido menos tiempo que el Real Valladolid para preparar el duelo, aunque también ha dosificado a algunos de sus elementos y, para el míster blanquivioleta, cuenta además con un buen «fondo de armario». No obstante, confía en que esta circunstancia «les pueda hacer mella», al igual que la presión de tener que mejorar su rendimiento en casa.
«Vamos a intentar ser protagonistas con balón y a jugar con la sensación de que juegan en casa y lo tienen que hacer bien, es un factor a tener en cuenta; van a salir muy fuertes y tenemos que estar sólidos, ir creciendo con el partido y tener cuidado también en el inicio de la segunda parte, porque han metido muchos goles en ese tramo. Estar en el partido puede generarles dudas y nervios», analizó Sergio.
El catalán se mostró sorprendido por la situación inicial de su exequipo, «confeccionado para estar en mitad de tabla» y a quien se le está notando en este inicio de curso la marcha de Borja Iglesias. Aunque sabe que tiene sus fortalezas, con un 4-3-3 con laterales largos y con gente capacitada para tener el balón. Sin dar pistas, buscar la espalda de esos laterales parece una de las opciones que maneja para hacer daño.
«Si fuera aficionado no estaría descontento»
Por el momento no se percibe en el entorno la misma sintonía que durante los primeros quince meses de Sergio en Zorrilla entre equipo y afición, con algunas voces críticas que hacen de menos el trabajo del equipo. El técnico sabe que deben mejorar en casa y que no dan «la alegría que necesitan» a los aficionados, aunque si él estuviera entre ellos «lo que no estaría sería descontento», sino «satisfecho con cómo compite» el equipo a pesar de que no está «a estas alturas» en el tono físico que el cuerpo técnico querría, algo que, en todo caso «no debe servir como excusa».
Frente al Espanyol existe la duda de cómo estará Rubén Alcaraz, que no pudo completar la sesión de este viernes por unas molestias musculares, y la certeza de que Luismi, si bien ya entrena con el grupo, no estará, puesto que después de un periodo larguísimo de inactividad tiene que encontrar el tono físico de manera paulatina. En ese choque, en la que fue su casa, Sergio González espera «un buen recibimiento», puesto que es «un chaval de la cantera» que llegó a ser capitán y mantiene muchos amigos allí. «Siempre he recibido muchísimo cariño y confío que va a ser así», confirmó. Aunque durante los noventa minutos de juego la historia será otra.