El Real Valladolid de División de Honor cae por uno a tres ante el CD Móstoles en un partido de mucha llegada, pero con poca finalización
Foto: Javier Canal
«Prefiero morir de pie a vivir de rodillas». Esta frase del imaginario popular, y que usualmente se atribuye al ‘Che’ Guevara, es el mayor ejemplo del partido que disputó este sábado el Real Valladolid de División de Honor. Los blanquivioletas comenzaron el encuentro con una intención clara: dominar el juego y adelantarse al CD Móstoles. Y la premisa funcionó, no se habían alcanzado los diez minutos, cuando la presión vallisoletana dio sus frutos. Gonzalo, guardameta visitante, erró en el despeje y se aprovechó Iglesias para inaugurar el marcador.
Entonces, los madrileños cambiaron radicalmente su estilo. Con una presión desenfadada, se quitaron la timidez inicial, y se vio a un Divi al que le costaba más circular el balón. Pasado el ecuador de la primera mitad, los mostoleños sacaron petróleo dentro del área, e Ibra, el mejor jugador de los azules, convirtió una pena máxima que llegó a tocar Maxi, pero no con la suficiente fuerza como para evitar el empate.
Avanzaban los minutos, y los de Ricardo se hicieron cargo de la batuta del choque y, por segunda vez en los primero 45 minutos, se volvieron a adelantar. Sin embargo, el colegiado interpretó que en el remate de cabeza de Alvi, el ’11’ sacó el codo y golpeó a un contrincante, por lo que decretó falta y anuló la diana. Tras esta decisión y hasta el final de la primera mitad, el juego de los de blanco y violeta se convirtió algo errático.
El partido llegaba al descanso con el uno a uno en el casillero. Y fue en el intervalo entre los dos actos cuando el Móstoles se conjuró. Veían que podían hacerle daño a los locales, así que se pusieron el mono de trabajo y se dispusieron a ello.
El inicio de la segunda parte fue un soplo de aire fresco para ambos conjuntos. El Real Valladolid viró el rumbo y, con el GPS de Maroto puesto, comenzó a carburar. Cuando por fin se veía mayor presencia blanquivioleta sobre el verde, volvió a aparecer el ‘tocayo’ de Zlatan para darle la vuelta al encuentro. Al ’10’ le costó este segundo, ya que la madera repelió el disparo, le volvió a caer el balón en los pies, y ya no falló.
El gol pudo haber sido un jarro de agua fría para los pucelanos, pero fue todo lo contrario, el tanto los espabiló y las llegadas al área comenzaron a sucederse según corría el tiempo. Poco a poco se vio que la propuesta de juego de los vallisoletanos iba a más y Gonzalo se erigió como otro de los destacados de los mostoleños. Varias manos salvadoras del guardameta visitante servían para solventar los intentos de los de Ricardo, que veían como el tiempo corría en su contra y tampoco Cada podía superar al meta, en un disparo que golpeó en el larguero.
Con el tiempo ya casi cumplido, volvió el ’10’ visitante a aparecer en el área. Tras recortar e irse de Roberto, definió con calidad y el balón entró a la derecha de Maxi, colocando el uno a tres definitivo. Finalmente, el árbitro pitó el final de un encuentro en el que el Pucela luchó hasta el final, y aunque perdió, lo hizo como dice su categoría, con honor.
Real Valladolid: Maxi; Iker, Cerro, Héctor, Casado; Prada, Maroto; Camilo, Diego Iglesias, Alvi; y Slavy.
CD Móstoles: Gonzalo; Sergio, Ángel, Álvaro, Ren; Carlos; Ibra, Ariel, Juan Ramos, Hinojosa; y Rojo.
Goles: 1-0, min. 8: Diego Iglesias; 1-1, min. 28: Ibra; 1-2, min. 59: Ibra; 1-3, min. 93: Ibra.
Árbitro: Francisco Rivera García, asistido en las bandas por Jaime Andrés Olea y Estefan Gonzalvez Alcalde. Amonestó al local Prada y a los visitantes Rojo y Juan Ramos.
Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada del Grupo V de la División de Honor juvenil, disputado en Los Anexos del estadio José Zorrilla de Valladolid.