El guardameta del Real Valladolid aseguró que su relación con Lunin es «normal» y subrayó la importancia de hacer del José Zorrilla «un fortín»

Foto: Real Valladolid
El Real Valladolid regresó este miércoles a los entrenamientos con la vista puesta en el primer partido en casa, en el que recibirán al Club Atlético Osasuna. Sergio González sigue sin poder contar con los internacionales Lunin, Anuar, Pedro Porro y Enes Ünal. No obstante, sobre el césped de los Anexos sí estuvo Stiven Plaza, que se ejercitó al margen del grupo junto al preparador físico.
Tras la sesión, Jordi Masip fue el protagonista en sala de prensa. El guardameta reconoció que el equipo tiene «ganas de estar con la afición y estrenar las reformas» del José Zorrilla. En su opinión, los partidos en casa serán un aliciente, pues el vestuario es consciente de que el apoyo de la hinchada es clave para «ser fuertes como locales».
El catalán sabe que «siempre se puede mejorar», aunque no por ello se deben sacrificar las cosas que funcionan, como la solidez defensiva.
«Debemos seguir en la línea general de que nos generen pocas ocasiones y aprovechar las que tengamos», apuntó, a la par que volvió a recordar la importancia de hacer de Zorrilla «un fortín» que permita tener «un colchoncito» para los choques a domicilio.
Para el debut en casa, Masip espera a un rival «muy dinámico, con buenos chutadores y grandes jugadores arriba». En esta línea, subrayó una característica importante de los navarros: los tiros desde lejos, cada vez más peligrosos por los cambios en la pelota. «Se hacen balones para los goles y el espectáculo y se piensa poco en los porteros. Es más ligero, hace más extraños y sale más rápido, pero al final te acabas adaptando», aseguró.
Con respecto a la posible competencia con Lunin, el cancerbero afirmó que ambos mantienen una relación normal y «sana». «El ambiente es normal y la competencia es sana: todos crecemos con ella. Todos somos egoístas y queremos jugar», reconoció. Asimismo, Masip sentenció el debate dejando claro que él trabaja «para ser titular» y que, al final «hay momentos buenos, malos y mejores».