El que fuera capitán del Celta B se compromete con el Real Valladolid para las tres próximas temporadas

El Real Valladolid continúa captando talento nacional para su cantera. Si primero se hizo con los servicios de Carlos Doncel, extremo izquierdo titular indiscutible y un miembro destacado del Espanyol B durante las dos últimas temporadas, este jueves ha concretado el fichaje de Diego Alende para las tres próximas campañas. El que hasta ahora fuera capitán del Real Club Celta B agotará en el Promesas –ya conocido así de nuevo oficialmente– su etapa como jugador de edad sub 23 para, posteriormente, según publicó hace unos días el periódico gallego Atlántico, incorporarse al primer plantel blanquivioleta.
Precisamente esta circunstancia es la que hizo que el futbolista santiagués no continuara como celeste. En Vigo, al igual que otros jugadores como Rai Marchán, ex del Promesas, contaban con la posibilidad de prorrogar su vínculo siempre y cuando fuera como jugador del primer equipo. A pesar de que existía interés del Celta por renovarle, pero para el filial, sin garantías de salto en el futuro, como sí existe en este caso. Y a pesar de que otros clubes como el Sevilla andaban detrás, la oferta del Real Valladolid fue vista con mejores ojos.
Su fichaje hasta 2022 habla a las claras de una apuesta por un defensor que llegó a ser internacional sub 19, que permaneció en A Madroa durante catorce años, después de llegar siendo benjamín, y que llegó a debutar con el primer equipo celtiña, con el que actuó en un partido de Liga y en dos de Copa del Rey. Mientras tanto, en el Celta B, adquirió una experiencia en Segunda B de 119 entorchados, contando un play-off y un play-out, ambos a las órdenes de Rubén Albés, con quien jugó 68 partidos en dos temporadas.
Con todo, el fichaje del zaguero gallego supone otro golpe de efecto a la categoría, puesto que supone un salto de calidad importante, al tratarse de un jugador con un gran potencial y uno de los mejores futbolistas en su posición en la categoría. Su posición natural es la de central, aunque sabe lo que es actuar en otros puestos; no en vano, a las órdenes de Albés tuvo minutos en ambos laterales y, por dentro, en ambos flancos.
Aunque diestro, frecuentaba la zona izquierda de la zaga. Así, en O Barreiro fue central zurdo y en Los Anexos lateral por ese costado en los envites que le enfrentó la pasada campaña a su nuevo equipo. De sus tiempos como mediocentro le queda una buena lectura táctica y buena salida de balón, gracias a su físico destaca por su anticipación y valentía, que le permite achicar espacios y empujar la línea defensiva hacia adelante. No es excesivamente alto pero sí potente, y gracias a ello es solvente en el juego aéreo. Y es competitivo y con carácter, jerárquico, como demuestra el que llevara el brazalete de capitán los últimos años por delante de jugadores de mayor renombre y edad.