Ambas entidades trabajan desde hace semanas en un acuerdo mediante el cual varios futbolistas blanquivioletas jugarán cedidos como rojiblancos

Hace unos meses, cuando en el mercado invernal se produjo una cesión de un jugador del Real Valladolid Promesas en dirección a un conjunto de Tercera División, hubo un pequeño sinsabor en el Atlético Tordesillas por no haber podido optar a algún jugador a préstamo. La proclama no cayó en saco roto en las oficinas de Zorrilla; de hecho, la dirección deportiva del Real Valladolid ha tenido cierta sensación de que algunas salidas anteriores no han sido tan fructíferas en algunos momentos como les habría gustado. De esos pequeños sinsabores surgieron conversaciones que próximamente se trasladarán en un acuerdo que permitirá estrechar lazos y durante la próxima temporada se convertirá en lo que puede ser un win-win.
El Real Valladolid no quiere perder de vista a jóvenes valores potenciales que pueden requerir pisar un escalón anterior a la Segunda División B a la salida de su etapa juvenil o bien disponer de más minutos y competir con una mayor continuidad de la que a priori podrían tener en el Promesas. Así, por lo menos durante el próximo curso se firmarán varias cesiones –se habla de alrededor de media docena– que podrían ayudar a crecer a las partes en un entorno próximo y amable.
Si bien el Atlético Tordesillas no ha querido ni confirmar ni desmentir esta circunstancia, en el entorno de ambos clubes se reconoce que las conversaciones podrían llegar a término, hasta el punto de que entidades rivales de los de la Villa del Tratado ya conocen que esta opción es real y que los rojiblancos podrían contar con un potencial mayor gracias a este trato. No en vano, que se esté trabajando en él ha podido influir en la renovación de Santi Sedano, cuya labor es de sobra conocida en Las Salinas después de haberse sentado en su banquillo las dos últimas temporadas, pero que cuenta además con el beneplácito de Alberto Marcos, quien ha hablado abiertamente del deseo de que se pudiera dar una situación como esta en varias visitas a Tordesillas.
Inicialmente incluso se barajaba en los mentideros de la posibilidad de que el club rojiblanco –ya convenido con el blanquivioleta– se convirtiera en un filial a todos los efectos, y que estos jugadores pudieran ser requeridos por Javier Baraja en caso de necesidad, un extremo que a día de hoy parece descartado para no comprometer el normal desarrollo de ambos equipos. Esta situación no habría sido nueva, no obstante, puesto que el Athletic Club tiene un acuerdo semejante con el Baskonia y el Fabril –filial del Depor y rival del Promesas los dos últimos años– podía tirar cuando era necesario del Laracha.
Aunque el Torde ha dado los primeros pasos en su planificación a través de las renovaciones de Farolo y Cisneros, se espera que se pueda beneficiar de este acuerdo con futbolistas de calidad, que podrían seguir bajo el foco y el paraguas del Pucela. Después de que el primer equipo juvenil ocupase la cuarta y la tercera plaza del Grupo V de División de Honor las dos últimas temporadas, no cabe duda de que el potencial existe. Quizás no todo tenga cabida en el Promesas en el corto plazo; en uno medio, sí. Quizás gracias al Tordesillas.