El guardameta del Villa de Simancas B, elegido como mejor futbolista por la Delegación de Valladolid de la Federación de Fútbol de Castilla y León, comentó la ilusión por recibir este premio a los 49 años

El deporte y el fútbol no entienden de raza, sexo o religión. Tampoco de edad. Y el mejor ejemplo de que seguir haciendo lo que a uno más le gusta lo podemos encontrar en la portería del Villa de Simancas B y en la figura de Luis Sanz. El guardameta ha sido elegido por la Delegación de Valladolid de la Federación de Fútbol de Castilla y León como mejor futbolista a sus, nada más y nada menos, que 49 años.
Luis Sanz explicó en los micrófonos de #HacemosCantera en Radio Marca Valladolid que ha recibido este premio, como no podía ser de otra manera, «con mucha ilusión y muy contento». Y no solo está así por el reconocimiento, sino por seguir una temporada más en activo.
«No tengo pensado colgar las botas mientras me encuentre bien, otro añito más creo que voy a continuar. Estoy muy contento con las felicitaciones de la gente, de mi club que se han portado muy bien», dijo.
Y ha podido llegar hasta aquí bajo palos gracias a «un hábito de entrenamiento» que viene de años atrás. El guardameta del Villa de Simancas relató que entrena «cuatro días a la semana, y dos de ellos son físico». A su vez, reconoció que lo más duro es la pretemporada y que, pese a lo que pueda parecer desde fuera, es a final de campaña cuando «mejor» se encuentra.
Luis Sanz alterna la portería con su compañero Jairo, aunque últimamente es él quien defiende la camiseta de la franja. Pero no es una situación nueva para él, puesto que le ha pasado temporadas atrás y en otros clubes. «Siempre he alternado, no he querido quitar el puesto a nadie y más si tiene proyección», confesó. También tuvo tiempo para comentar situaciones anecdóticas como que podría ser «el padre de sus compañeros» ya que son más o menos de su edad. Y para más casualidad, el propio Luis fue entrenador en su día de los chicos con los que comparte vestuario en su etapa de alevines, por lo que le ven «con respeto».
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