El centrocampista del Real Valladolid reconoce que ha vuelto a su mejor nivel gracias a su buen estado físico y que ha arrastrado molestias durante varios meses. Pese a la alegría de la victoria, sabe que el camino será largo
No podía ser otro que el héroe del encuentro ante el Girona quien compareciera ante los medios de comunicación tras la resaca de la victoria del Real Valladolid ante los gerundenses. Míchel Herrero fue capaz de romper el empate a cero para dar al Pucela una victoria vital en su carrera por la salvación.
«El partido era sumamente importante, una final ante un rival directo. Hicimos un buen partido y estuvimos muy bien. El gol es lo de menos, porque los tres puntos eran vitales, pero acabó siendo importante. Siempre hablamos que no chutamos desde fuera y que los mediocentros debemos llegar más. Vi que Ünal la dejó atrás, hice la ayuda y no me lo pensé. Cuando salió vi que iba para dentro», comentó el mediocentro tras el entrenamiento de este miércoles.
Varios jugadores son los que han mejorado sus prestaciones en los últimos partidos, quizá Ünal es el que más destaca en este sentido, pero también Míchel. Igual que sucede a la inversa, cuando él está bien, el equipo juega mucho mejor, algo que resulta evidente para todos.
«Me habéis metido un poco de caña. Soy el mismo de hace unos meses, el que no daba el mejor nivel, y el mismo que marcó ayer el gol. Los futbolistas queremos dar lo máximo e intentar ayudar. Ahora estoy muy a gusto y con esa chispa, además de en un buen estado físico. He pasado varios calvarios con el tobillo, con unas molestias que han durado más de lo normal. Intentamos forzar, eso no sale a la luz, y no lo he pasado bien», explicaba el de Burajssot.
El apoyo de la afición volvió a ser determinante para conseguir vencer a los de Eusebio Sacristán. Un ambiente que ya era magnífico antes de que sonase el pitido inicial. «Ha sido importantísimo el apoyo de la gente, ya solo con la llegada y el recibimiento que tuvimos. La afición volvió a estar de diez. Lo de Osasuna la temporada pasada fue parecido, apoyando sin parar y eso es lo que nos hizo ganar y la alegría es extra».
Aun así y pese a la victoria, no hay nada decidido. Si quiere permanecer en Primera División, el Real Valladolid va a tener que sufrir hasta el final. Los cuatro partidos que restan son fundamentales, empezando por el Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano. «Está claro que nos quedan cuatro finales, va a estar muy apretado. Hay muchos equipos en la pelea pero esta victoria nos da un plus de confianza y de ánimo para seguir pelando juntos».
Ir al Wanda no va a ser nada fácil y el centrocampista lo dejó claro. «De las cuatro finales es el partido más difícil. Es un campo de un rival muy fuerte. Ellos se están jugando quedar lo más alto posible en la tabla. Hay que ir concentrados al 100%, sin conceder y ver si somos capaces de rascar algo positivo«, finalizó el valenciano.