El Real Valladolid B cayó en Los Anexos ante una Ponferradina apoyada por numeroso público desde la grada y que volvió a ganar cuatro meses después fuera de casa

Resultaba sorprendente que un equipo de la calidad de la SD Ponferradina se pasara cuatro meses sin ganar fuera de casa, y sin embargo lo hizo. Y como si el Real Valladolid Promesas fuera el típico medicamento paliativo del dolor de cabeza, fue mano de santo para las aspiraciones de los bercianos, que terminarán la jornada ocupando como mínimo la tercera posición.
Y eso que el filial blanquivioleta estaba dispuesto a provocar alguna jaqueca a su rival. Lo hizo sobre todo durante la primera parte, en la que contuvo el juego de la Deportiva y se permitió el lujo de disponer de las ocasiones más claras. Aunque el balón era inequívocamente de los visitantes, los de Miguel Rivera los contuvieron cimentados sobre su bloque defensivo. Arrancó el andaluz con tres centrales y un volante defensivo que guardaban la posición ante el vuelo de los laterales.
En ese primer tiempo voló sobre todo Apa, por cuya banda se generaron las mejores sinergias y esas oportunidades comentadas. Así, varios pases profundos del palentino terminaron repelidos por Manu García, previos remates de Kike Pérez, que ganó el lateral del área antes que los defensores, y de Casi, que estuvo a punto de marcar en una de sus apariciones en el espacio. Aunque el rechazo se quedó próximo, no pudo alcanzarlo Pedrosa.
La defensa de la Ponfe concedía en exceso sobre todo por el costado izquierdo, en el que Aparicio ganaba la partida a Ríos Reina y Yac no era lo solvente que debiera. Sin embargo, la inspiración de su portero y la falta de tino de los vallisoletanos permitió que la igualdad no se rompiera antes del descanso. Mientras, la movilidad de Isi y la verticalidad de Dani Pichín no acababan de generar el peligro suficiente sobre la puerta de Guille Vallejo.
Con todo, el filial se disolvió en la segunda mitad. Efectivamente, fue efervescente como la aspirina, y su efecto fue reparador para una Ponferradina que comenzó a sentirse más cómoda a partir del paso de vestuarios. El ritmo de las operaciones fue incrementándose y poco a poco la portería local se vio cercada sobre todo por Kaxe, a la postre protagonista.
Con Jaime Sánchez siendo atendido detrás de su meta y mientras Kuki Zalazar aguardaba para entrar en la banda, la Deportiva se hizo grande donde estaba el agujero: Sali cometió uno de los varios errores que afearon su actuación e Isi profundizó para el uno a cero, obra de Kaxe. Quedaban menos de veinte minutos cuando el gol llegó, y rápidamente tiró por tierra las aspiraciones del Real Valladolid B, puesto que tan solo cuatro minutos después llegó el doblete del punta, que aprovechó un rechazo de Isi para ampliar la renta.
De repente, todo se tiñó de color albiazul y la Ponfe se convirtió en un vendaval. Raúl Navarro sacó bajo palos un disparo de Isi y todo hacía presagiar una goleada, mitad por mérito de unos y mitad por demérito de los otros, un tanto reservones hasta que llegaron los goles y sin reacción después de ellos. Porque hubo un conato, el golazo de Kuki Zalazar desde el córner en un saque de esquina directo, pero fue solo un espejismo.
Saúl Crespo sentenció sin querer, porque a su cuerpo fue a parar un intento de despeje de Apa que se coló en la puerta de un Guille Vallejo que evitó dos ocasiones claras en una misma jugada para desbaratar el cuarto tanto visitante. Habría sido un excesivo castigo, y de hecho seguramente así lo sea perder por dos goles, aunque uno está siempre más cerca de caer cuando lo que intenta es evitar el tropiezo, en lugar de mirar al frente.
El sopapo resonó en Los Anexos no porque no entrara dentro de lo posible perder contra la SD Ponferradina, sino porque hacerlo después de cuatro meses sin victorias a domicilio de los de Bolo y de estar dentro del partido durante más de una hora invitaba a que quizá los blanquivioletas rascaran un punto que, llegados a estas alturas, puede ser determinante para sellar de manera virtual la salvación. Pero como se juntaron las lesiones con las desatenciones –cualquiera diría que ha habido contagio…–, y el acierto estuvo del lado berciano, los de Miguel Rivera podrían ver reducida su renta con los puestos inferiores si la jornada le es adversa. El próximo fin de semana, frente al Burgos CF, podría ser una buena opción de dejar la permanencia, si no cerrada, casi.
Real Valladolid Promesas: Guille; Apa, Mario, Jaime (Zalazar, min. 72), Salisu (Óscar, min. 77) Corral; Raúl Navarro (Jardel, min. 81), El Hacen, Kike Pérez; Pedrosa y Casi.
SD Ponferradina: Manu García, Son, Ríos Reina (Matthieu, min. 89), Yac, pablo Trigueros, Óscar Sielva, Dani Pichín (Lozano, min. 51), Saúl Crespo, Kaxe (Bolaños, min. 87), Carlos Bravo e Isi.
Goles: 0-1, min. 71: Kaxe. 0-2, min. 75. Kaxe; 1-2, min. 81: Zalazar. 1-3, min. 85: Saúl Crespo.
Árbitro: Pardeiro Puente (comité cántabro). Amonestó a Zalazar, El Hacen y Raúl Navarro, del Real Valladolid B; y a Isi, Yac, Dani Pichín y Saúl Crespo, de la Ponferradina.
Incidencias: Partido correspondiente a la 34ª Jornada del Grupo I de la Segunda División B celebrado en los Campos Anexos al estadio José Zorrilla ante unos 600 espectadores, la mitad procedentes de Ponferrada.