Las altas exigencias del propietario de una de las parcelas próximas a Los Anexos han llevado al Real Valladolid a aceptar el ofrecimiento del Ayuntamiento de trasladar parte de su sede al Pinar de Jalón
El plan de desarrollo de la ciudad deportiva que Ronaldo Nazário había planificado para su Real Valladolid no se detiene por más que la avaricia de terceros. Así, ante las altas exigencias del propietario de una de las parcelas próximas a Los Anexos, la entidad ha decidido aceptar el ofrecimiento del Ayuntamiento de trasladar parte de la sede de estas nuevas instalaciones al Pinar de Jalón.
«Hemos negociado con el propietario, pero el valor que nos pide es demasiado alto. Seguiremos negociando por si esta parcela nos hace falta en el futuro, pero sin ella tenemos un proyecto de ciudad deportiva muy completo y no nos hace falta», aseveró el máximo accionista.
Sumando las dos sedes, tal y como explicó Carlos Suárez, la nueva ciudad deportiva tendrá una extensión de unas cuarenta hectáreas, en las que se contabilizarán catorce campos de fútbol en total, además de instalaciones diversas como edificios de oficinas y administrativos u otros ligados a la estructura profesional de la entidad.
Así, Los Anexos será sede del primer equipo y contarán con un edificio dotacional, que contará, entre otros servicios, con una zona de despachos y otra de uso habilitado para la prensa, dispuesto con salas de entrevistas o comodidades para el plantel como un gimnasio o una residencia de treinta dormitorios dobles tipo suite, lo que permitirá que sea un área de descanso para poder hacer concentraciones.
Asimismo, seguirá siendo el lugar de desarrollo y acción de los principales equipos de la cantera, el Promesas y el juvenil de División de Honor, que dispondrán cada uno de un campo de hierba natural a petición de la dirección deportiva y deseo de Ronaldo Nazário. A diferencia de la actualidad, contarán con gradas, gran demanda histórica vinculada a las actuales instalaciones.
El Campo A tendrá una capacidad de 1.422 espectadores y el Campo B dispondrá de una grada en la que cabrán 572, a lo que hay que sumar una tercera zona que cobijará a 290 personas y de la posibilidad de cerrar en el futuro alguno de los campos a fin de disponer de un pequeño estadio. Cada campo, además, dispondrá de cuatro vestuarios propios, más dos para entrenadores y dos para árbitros.
Junto a ello, habrá zonas habilitadas para la preparación de porteros y un arenero, así como una fan zone que en el futuro podría generar nuevas vías de negocio después de la reforma planteada en el estadio, que debería ver la luz algo más tarde, puesto que los plazos marcados hablan del comienzo de las obras en junio y de la finalización antes de que termine 2019.
También en el Pinar de Jalón, parcela ofrecida por el Ayuntamiento para cubrir las necesidades demandadas por la nueva presidencia. Contará con nueve campos de fútbol y con todos los servicios precisos, pensando «en el futuro, en los niños, en invertir en las escuelas y en crecimiento». Estos nueve campos serán exclusivos, sin tener que compartir como hasta ahora, buscando una generación de recursos económica y social y tratando de llevar el número de jugadores a los 2.000 o 3.000 niños y -novedad- niñas.
El coste estimado de diez millones de euros se tratará de rebajar a través de subvenciones, sobre las que ya se está trabajando con la Junta de Castilla y León, mientras que el Ayuntamiento ha dado «un paso al frente importante» en la cesión de dichos terrenos, con los que Carlos Suárez anunció la intención de facilitar «que las categorías inferiores y las escuelas mejoren» y que lo hagan todos los clubes circundantes.